La carrera de Carlos 'Ocelote' como directo ejecutivo de G2, el equipo de eSports que él mismo fundó, ha llegado a su fin tras una polémica semana en el que el español ha sido duramente criticado por defender su amistad con Andrew Tate. 

Así lo ha anunciado la organización en su cuenta de Twitter, apenas unos días después de que decidieran que Ocelote se tomara un descanso de dos meses de su puesto sin sueldo. 

"Ha sido una semana dura siguiendo los eventos del pasado fin de semana. Hoy hemos recibido y aceptado la carta de renuncia de Carlos en su puesto de CEO", han declarado en un comunicado, donde señalaban que había sido decisión del exjugador. 

"Tenemos una responsabilidad con nuestros fans, empleados, miembros de equipo y patrocinadores por todo el mundo", han explicado: "En este contexto, queremos subrayar que no apoyamos ninguna forma de misoginia. Seguimos priorizando la integración y apoyando una comunidad de videojuegos diversa".

Todo esto sucede después de que el proyecto de Valorant de G2 haya quedado fuera de la liga VCT para 2023 en Europa y Norteamérica. A pesar de ser una exclusiva competición de apenas 10 participantes, el equipo que tiene un importante peso global y europeo contaba con conseguir un puesto. 

De hecho, en los últimos días algunos de los jugadores que tenían planeado competir con G2 para Valorant han comenzado a buscar otras organizaciones para poder formar parte de la franquicia VCT. Uno incluso ha tuiteado que "Andrew Tate le ha quitado el trabajo".

El motivo de la polémica

Todo comenzó hace un par de fines de semana cuando Carlos 'Ocelote' decidió celebrar una de las victorias de G2 con Andrew Tate, el polémico youtuber misógino que fue bloqueado de todas las redes sociales tras numerosas declaraciones donde menospreciaba a las mujeres.

Hacía apenas unos días que la figura de Tate había desaparecido por fin de internet, después de las quejas de miles de usuarios. Por eso, sorprendió su aparición con el CEO de uno de los equipos más diversos de la comunidad gaming. 

Sin embargo, lo que podía haberse quedado en nada se convirtió en un gran efecto dominó cuando Ocelote tuiteó que tenía libertad de ser amigo con quien quisiera. 

Su aparente apoyo a los ideales de Tate, después de formar el primero equipo femenino de eSports, conllevó una oleada de críticas que, tras un primer intento de separarse unos meses de su empresa, ha terminado con su renuncia y con la pérdida de importantes puestos en las ligas de eSports.

"G2 está por encima de Carlos y siempre lo ha estado", ha tuiteado Ocelote tras la noticia junto con un emocional vídeo de despedida: "Haría cualquier cosa para proteger a esta empresa y a mis compañeros, ya que es mi deber incondicional para con ellos".