Absuelto el subinspector de Mossos acusado de cobrar de una banda de narcos

  • La sección tercera ha considerado que no se ha podido acreditar que el subinspector Josep R., que afrontaba una pena de ocho años y medio de cárcel, estuviera a sueldo de la red.
Imagen de archivo de dos Mossos d'Esquadra
Imagen de archivo de dos Mossos d'Esquadra
EFE
Imagen de archivo de dos Mossos d'Esquadra

La Audiencia de Barcelona ha absuelto al subinspector de los Mossos d'Esquadra Josep R., que estaba acusado de cobrar de una banda de narcos a cambio de facilitarles información, y al confidente policial Manuel G.C., a quien la Fiscalía situaba al frente de la red de traficantes.

En la sentencia del conocido como "caso Macedonia", que tras una década de investigaciones sentó en el banquillo a 17 personas acusadas de integrar una red de narcos, la sección tercera ha considerado que no se ha podido acreditar que el subinspector procesado, que afrontaba una pena de ocho años y medio de cárcel, estuviera a sueldo de la red.

La sala tampoco considera acreditado que Manuel G.C., confidente de varios cuerpos policiales, para quien la Fiscalía pedía once años de cárcel como supuesto cabecilla de la red de narcos, se dedicara al tráfico de drogas.

De hecho, la sentencia absuelve a la mayoría de los procesados, que estaban acusados de pertenencia a organización criminal y cohecho, con la excepción de los que antes del juicio alcanzaron un pacto con la Fiscalía para ser condenados a penas de hasta dos años y medio de cárcel a cambio de reconocer los hechos que se les imputaban.

La sentencia absuelve a la mayoría de los procesados"

El tribunal admite que el subinspector procesado mantenía "relaciones por teléfono y encuentro puntuales" con alguna frecuencia con varios de los procesados, a quienes consideraba confidentes porque le suministraban información sobre "delincuentes o grupos que se dedicaban a actividades ilícitas" .

A cambio de esa información, añade la sala, Josep R. se reunía con los procesados, respondía a sus llamadas y "simulaba" atender a algunas de sus peticiones, aunque "sin llevar a cabo actuación ilícita alguna que haya resultado acreditada" ni solicitando favores, regalos o retribución a los acusados, "ni de forma periódica ni esporádica".

Respecto a Manuel G.C., la sala mantiene que era "confidente" de agentes de la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional y les facilitó información sobre delincuentes "en múltiples ocasiones", pero no cree acreditado que se dedicara al tráfico de drogas.

La sentencia remarca, no obstante, que en el registro de su domicilio se le encontraron "49.000 €, una importante cantidad de joyas y relojes de alta gama, también armas y munición", lo que motivó su condena por delito de tenencia ilícita de armas, mientras sigue acusado por delitos contra la Hacienda pública y blanqueo de capitales en otros procesos pendientes de juicio.

El testimonio de Manuel G.C. fue clave para destapar algunos de los casos más relevantes de corrupción policial en Cataluña, el "Saratoga-Riviera" y el "Gamba Roja", vinculado al robo de 400 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona.

Su estrecha relación con mandos policiales levantó las sospechas del juez instructor, Joaquín Aguirre, que apartó a los Mossos de la investigación y abrió una pieza separada en la que imputó al subinspector Antoni Salleras y a otros cuatro agentes del Área de Investigación Criminal (AIC), creada para investigar el caso "Saratoga-Riviera" y que en su día comandó el "mayor" de los Mossos Josep Lluís Trapero.

El juez abrió esa investigación, que acabó archivando en 2019 porque la Fiscalía renunció a llevar a los agentes a juicio, ante las sospechas de que Salleras le había ocultado conversaciones que incriminaban a la banda de narcos, lo que le llevó a registrar la sede central de los Mossos d'Esquadra para clonar los originales de las escuchas.

En su sentencia, el tribunal subraya la "evidente animadversión" frente al juez instructor mostrada por Salleras y Trapero en su declaración en el juicio, "motivada probablemente por la imputación de diversos agentes" de la unidad.

Conversaciones con Villarejo

Precisamente, un informe de los Mossos d'Esquadra basado en unas conversaciones del excomisario José Luis Villarejo sirvió de munición a la defensa de Manuel G.C. para cuestionar la investigación del "caso Macedonia".

El informe se basa en una grabación filtrada a los medios de una conversación entre Villarejo, el inspector de la Policía Nacional Antonio Giménez Raso y el comisario José Luis Olivera, exjefe de la UDEF, que apuntaba a una posible conspiración para perjudicar al fiscal David Martínez Madero, ya fallecido, y al propio Trapero, relacionándolos con una trama de tráfico de drogas.

A raíz de esa conversación, el abogado de Manuel G.C. pidió sin éxito al tribunal que citara a declarar a Villarejo como testigo- junto a sus dos interlocutores- en el juicio del "caso Macedonia".

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