Hace poco más de un año y medio que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía puso en marcha las consultas de acogida en los centros de salud, una nueva herramienta de acceso a la Atención Primaria desarrollada por los profesionales de la Enfermería siguiendo la dinámica de las salas de triaje hospitalarias y destinada a los pacientes que acuden sin cita al centro sanitario sin una patología grave. Solo en lo que llevamos de año, estas consultas han realizado ya cerca de un millón de asistencias, con más de la mitad de ellas resueltas sin necesidad de derivar al médico de familia.

En concreto, entre enero y agosto se han llevado a cabo un total de 953.415 consultas, de las que algo más del 87% han tenido lugar en centros de salud, por el 12,7% de los consultorios, según los datos facilitados a 20minutos por la Consejería. El número de pacientes atendidos ha ascendido en estos primeros ocho meses del año a 720.065, lo que supone que algunos de los usuarios se han beneficiado de este servicio en más de una ocasión.

El 55% del total de las consultas, es decir, algo más de 524.000, fueron resueltas en la misma sala de acogida por el enfermero, mientras que el 45% fueron derivadas al médico de familia, lo que ha permitido descongestionar en parte las consultas de los facultativos. El mayor índice de resolución se registró en las patologías relacionadas con las quemaduras (93,7%), junto con la anticoncepción de urgencia (80,4%); los traumatismos leves (78,1%); las hipoglucemias leves (79,8%); las picaduras (67,4%); y la elevación aguda de la presión arterial (63,3%).

Actualmente, las consultas de acogida, que comenzaron su andadura a principios de 2021, están implantadas en 858 centros de Atención Primaria. Según explican desde el departamento de Salud, las consultas "se dimensionan de acuerdo a la población y la demanda", estando presentes en todas las provincias, todas las capitales de provincia y en "casi todos" los municipios de más de 10.000 habitantes.

Cómo funcionan

La medida, cabe recordar, está ideada para aquellos pacientes que van al centro de salud sin tener cita previa concertada y que no presentan una situación de urgencia vital, clínica de gravedad o sintomatología respiratoria que sea compatible o sospechosa de Covid-19. Una vez en la consulta de acogida, el profesional de Enfermería realiza una primera valoración e identifica si el problema de salud se puede resolver allí mismo o si es necesaria una derivación.

Como instrumentos de apoyo clínico, un grupo multiprofesional formado por médicos y enfermeros de los centros y por representantes de las sociedades científicas de referencia de Atención Primaria han diseñado hasta 18 protocolos, que sirven de referencia a los enfermeros. Son los siguientes: ansiedad; anticoncepción; artralgias (dolor articular); diarrea; dolor cervical y dorsal; elevación aguda de la presión arterial; herpes labial; hipoglucemia leve; molestias urinarias; odontalgia; orzuelo; picaduras; quemaduras; reacciones alérgicas; trauma leve; y vómitos.

Estas consultas, valora para este medio la Consejería de Salud, suponen "una vía más de acceso para el usuario a los centros de Atención Primaria", así como una "herramienta fundamental para evitar demoras, ya que garantizan la atención inmediata a los usuarios que requieren una asistencia no urgente".

Satse, a favor pero con más plantilla

También el Sindicato de Enfermería Satse valora estas consultas "positivamente", ya que implican un "reconocimiento de funciones que ya venían realizando las enfermeras en otros ámbitos", cambiando así el "modelo organizativo actual" de los centros de salud. No obstante, explica a este periódico José Sánchez Gámez, Secretario General de Satse en Andalucía, el "éxito" de ese cambio estaría supeditado a un "incremento de la dotación estructural de la plantilla, consolidando el crecimiento registrado por los refuerzos temporales contratados por la Covid"; así como de los "recursos materiales necesarios, habilitando consultas  y espacios preparados" para este fin. 

Sánchez reclama también regular su implantación para «garantizar la equidad en la atención en todas las poblaciones», pues "hasta la fecha ha sido desigual al aplicarse de forma arbitraria por los distintos gerentes". Y, por último, "garantizar la seguridad jurídica" de los enfermeros frente a "otros colectivos profesionales que consideren que estas consultas pueden implicar una injerencia en sus funciones".