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Así funciona la medida de gracia que podría librar de la cárcel a Griñán

Imagen de archivo del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, en el juicio de los ERE.
Imagen de archivo del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, en el juicio de los ERE.
EFE 
Imagen de archivo del expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, en el juicio de los ERE.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, anunció el pasado jueves que su departamento estudiará -como hace con todos- el indulto al expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, condenado a seis años de prisión por delitos de prevaricación y malversación en el caso de los ERE. La familia del exdirigente socialista presentó la petición de indulto el pasado 1 de septiembre, alegando que su solicitud se ampara "expresamente en razones de humanidad". 

Se trata de una delicada situación para el Gobierno, no solo por el momento inoportuno en el que llega -a las puertas de un año electoral-, sino porque la petición viene firmada por grandes históricos del PSOE, entre ellos Felipe González, Alfonso Guerra y José Luis Rodríguez Zapatero. Además, la sentencia que condena al exdirigente andaluz se firmó con tres votos a favor y dos votos discrepantes. La polémica, por tanto, está servida.

¿Qué es un indulto?

El indulto es una medida especial de gracia que viene recogida en la ley de 18 de junio de 1870 sobre el derecho a la gracia y por la cual se perdona, total o parcialmente, la responsabilidad penal de un condenado. Un individuo solo puede ser indultado si ha sido condenado con sentencia firme y no es reincidente. El individuo quedará libre del total o de parte de la responsabilidad penal, pero no podrá quedar exento de pagar las multas que tenga pendientes, a no ser que reciba un indulto de penas pecuniarias.

¿Qué tipos de indulto existen?

La legislación española divide los indultos en dos categorías: el total y el parcial. Quien recibe un indulto total queda exento de toda responsabilidad penal que hubiese recaído sobre su persona al ser condenado por un delito. En la aplicación de los indultos parciales, por el contrario, remite sólo una parte de las penas impuestas. También se considera indulto parcial la conmutación de una o varias penas por otras menos graves. En caso del indulto de penas pecuniarias, el único que apela a la responsabilidad civil de un delito, se exime al condenado de abonar una parte o el total del importe de la multa que le queda por pagar, sin implicar la devolución de lo pagado anteriormente.

¿Cómo se solicita?

El indulto lo puede solicitar el Ejecutivo, la administración del centro penitenciario del condenado, el tribunal sentenciador, la Fiscalía, el Tribunal Supremo, personas allegadas al condenado o cualquier persona anónima.

Una vez cualquiera de estos actores pide la medida de gracia, su solicitud es recibida por el Ministerio de Justicia, que la eleva al Consejo de Ministros, que es el responsable de aprobarlo o rechazarlo. Si el indulto sale adelante, se presenta el documento al rey, que se encarga de firmarlo.

Para que un indulto sea concedido debe estar suficiente y claramente motivado. La solicitud de la medida de gracia suele venir acompañada de argumentos como la falta de equidad o proporcionalidad en la pena, o bien de razones de índole político. Además, se puede recibir un indulto aún sin haber mostrado arrepentimiento, independientemente del delito que se haya cometido. En el caso de los delitos privados entre particulares, sí se plantea la obligatoriedad de que el condenado pida perdón a la víctima.

Cuando el Gobierno recibe una solicitud de indulto, y antes de tomar una decisión, pide un informe al tribunal sentenciador, que a su vez consulta a la Fiscalía. Estos informes no son vinculantes, de modo que no determinan si se concede o no la medida de gracia. Eso sí, si el tribunal no está de acuerdo, el indulto solo podrá ser parcial.

Precedentes al posible indulto a Griñán

Ahora que se empieza a discutir el posible indulto a Griñán, el precedente más polémico e inmediato, utilizado en ocasiones para comparar ambas situaciones, es el de los indultos del procés. Su aprobación, en junio del año pasado, fue motivo de grandes discusiones entre el Gobierno y la oposición, que centró en estos indultos sus críticas al Ejecutivo de Sánchez.

Con la publicación de las medidas de gracia en el BOE, el 23 de junio de 2021, los nueve condenados a prisión por el procés quedaron libres de cumplir las penas de cárcel que tenían pendientes. El resto de la sentencia permanece vigente desde entonces, incluyendo la inhabilitación. Los decretos de indulto se publicaron, como es habitual, bajo la condición de que los condenados no vuelvan a cometer delito "grave" en un periodo de tiempo que varía, según el caso, de los tres a los seis años.

Otro indulto muy sonado fue el concedido al exministro del Interior José Barrionuevo y el exsecretario de Estado Rafael Vera, condenados a diez años de prisión por su implicación en el caso de los GAL, concretamente por el secuestro de Segundo Marey, a quien habían confundido con Mikel Lujua, un cabecilla de la banda terrorista ETA. El Gobierno de José María Aznar fue el responsable del indulto parcial a ambos reos en diciembre de 1998. Los socialistas condenados pasaron tres meses en prisión antes de quedar en libertad.

El otro gran precedente de 'indulto político' lo concedió el Gobierno de Felipe González al general Alfonso Armada, que cumplía una condena de 30 años de cárcel por su implicación en el golpe de Estado del 23-F. El militar había entrado en la prisión de Alcalá-Meco en 1983, y al cabo de cinco años empezó a sufrir problemas de salud. En 1988, Armada sufrió una embolia que motivó, junto al arrepentimiento que el general había mostrado reiteradamente, que el Gobierno le concediera el indulto. 

Tensión por la posibilidad de un indulto

El futuro de Griñán será sin duda motivo de tensiones dentro y fuera del Gobierno durante los próximos meses. En primer lugar, por lo controvertido de que el Ejecutivo apruebe -si se da el caso- un indulto a un condenado que perteneció al Partido Socialista. Este es uno de los argumentos que esgrime el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en contra de que se conceda el perdón a Griñán. Tras conocer que la petición había sido enviada, el líder popular declaró que "el Gobierno no tiene legitimidad para indultar a alguien que fue del PSOE".

En segundo lugar, porque la medida de gracia podría causar resquemores entre los socios del Gobierno de coalición, teniendo en cuenta el discurso que Podemos abandera desde su nacimiento en contra de la corrupción del bipartidismo. Este mismo jueves, el portavoz de UP en el Congreso, Pablo Echenique, ha rechazado la posibilidad de que el indulto se conceda. "Nosotros pensamos que la prerrogativa de indulto no puede ser utilizada para ese tipo de cosas. Somo la fuerza política que más ha trabajado por desalojar a Mariano Rajoy de la Moncloa por corrupción y el indulto está para otro tipo de cosas", ha señalado.

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