El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se mostró este viernes contrario a que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convoque al líder de EE UU, Barack Obama, para hablar del acuerdo militar negociado entre Bogotá y Washington.

"No nos parece que debamos llamar a cuentas al presidente Obama", afirmó Uribe durante una intervención en la que respondió a las duras críticas del ecuatoriano Rafael Correa y a los cuestionamientos del resto de los mandatarios de la Unión sobre su pacto con Estados Unidos.

Rechazó además la propuesta del mandatario de Bolivia, Evo Morales, de firmar una declaración conjunta de rechazo a bases extranjeras en Sudamérica dado que eso implicaría la prohibición de su acuerdo.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, propuso que el Consejo de Defensa de Unasur evalúe un informe militar atribuido a EE UU que presentó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y que, en función del resultado, Unasur considere pedir una reunión con Obama.

Tanto Rafael Correa como Hugo Chávez, además de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidieron a Uribe en la cumbre que presente el documento del acuerdo alcanzado con EE UU para el uso de bases militares colombianas.

"No se puede aceptar que un documento como éste (el leído por Chávez) nos trate como patio trasero", dijo Correa, presidente temporal de Unasur, que celebra una cumbre extraordinaria en Bariloche, Argentina, para tratar sobre el acuerdo militar entre Bogotá y Washington para el uso de bases militares colombianas.

"Estrategia militar"

Correa formuló su petición después de que Chávez leyera un informe que atribuyó a al 'Comando de Movilidad Aérea y Estrategia Global de Bases de Apoyo' de EE UU, en el que se subraya la importancia de establecer una base para operaciones antidrogas y de "movilidad" en América del Sur.

Chávez insistió en su intervención en que "no hay ninguna duda" de que el pacto con Colombia forma parte de la "estrategia militar" de EE UU. Leyó partes del documento, según el cual incluye el uso de la base colombiana de Palanquero y otra en Aruba "que está en las narices" de Venezuela.

El mandatario venezolano dijo que tal documento demuestra la estrategia militar de EE UU tanto en Sudamérica como hacia África, ya que habla de "aumentar el alcance a todos los segmentos del globo" y el "lanzamiento de largo alcance de paracaidistas sin tener que abastecerse en vuelo".

Apuntó que "sería interesante conocer" los detalles del pacto militar y apoyó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, que hace unos días pidió una reunión con Obama, "para que dé explicaciones" y "tener más claridad de qué se trata esto".

Lula Da Silva pidió a Colombia "garantías jurídicas" de que su acuerdo militar con EE UU no afectará a la región, porque, dijo, "respetamos el acuerdo, pero queremos resguardarnos". Además, señaló que aún aguarda respuesta Obama a su propuesta de convocar una reunión con los miembros de Unasur para debatir el tema.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, afirmó por su parte que "no hay renuncia colombiana a la soberanía" en el acuerdo militar y pidió a sus colegas suramericanos que incluyan entre los grupos terroristas a la guerrilla y a los paramilitares de su país.

"(El acuerdo) se rige por la integridad territorial de los Estados. Dispone que este acuerdo no se puede usar para la intervención de otros Estados", insistió Uribe, que recordó que el objetivo del pacto con Washington es combatir el narcotráfico y el terrorismo.