La reina de las mañanas televisivas regresa hoy con El programa de Ana Rosa (Telecinco) y varios cambios importantes bajo el brazo. Uno de ellos, la incorporación sorpresa de Federico Jiménez Losantos. El otro, el adelanto de horario, que le hace empezar a trabajar a las 9 de la mañana. Su última visita a la playa fue para recoger "las medallas de natación de los niños". Ahora, empieza la "guerra".

¿Tiene ganas de trabajar?

Sí, ya estoy aquí, en la guerra. La verdad es que cuando se acaba el verano te da un poco de pena, pero después va entrando el gusanillo...

Habrá descansado, pero no desconectado, al fin y al cabo es periodista.

Claro, pero aparte, con la productora (Cuarzo Producciones) tenemos muchos programas en emisión. De todas formas, no ha sido como estar delante del ordenador y metida en un despacho.

Ahora tiene que madrugar, ¿cómo lo lleva?

Madrugar mucho nunca me ha gustado y tendré que ver ahora cómo me organizo la vida, porque entro a las nueve y me tengo que levantar como a las cinco y media de la mañana, una hora inhumana. Aunque hay mucha gente que lo hace.

¿Se ha apostado algo con su amiga Mariló Montero (TVE1)?

No, además en televisión hay que tener paciencia, nunca se sabe qué va a pasar porque no hay un hábito en la audiencia. Mariló y yo nos hemos visto este verano varias veces y hablamos antes de que ella empezara su programa. Espero que le vaya bien, pero que no me gane (risas).

¿Qué cambios destaca de El programa de Ana Rosa para esta temporada?

Cambian la estructura y la escaleta, porque empezamos con la mesa política, en la que además hay nuevas incorporaciones. Pero seguimos apostando por la actualidad y las exclusivas en todas las secciones. Contamos con los colaboradores habituales como Màxim, Joaquín y el equipo de siempre, con el que llevo trabajando más diez años. Hay una sección de economía más terrenal, por esto de la crisis, otra de tendencias, etc.

¿Cómo cambia el chip para pasar del corazón a la política?

Cuando lees el periódico también pasas del último atentado en Afganistán a Melanie Griffith ingresada en un centro de rehabilitación; yo me lo planteo así. Además, el público ya está acostumbrado. Hay proponer momentos de intensidad y luego relajarse, porque si pasáramos tres horas hablando de lo mismo, nadie aguantaría el programa.

¿Su equipo le ve como una jefa o como una compañera?

Creo que soy como una compañera más, esa es la relación que tengo con ellos. De todas formas, yo nunca dirijo mis programas, aunque soy productora y editora, y en ese sentido soy bastante disciplinada. Hay alguien que, mientras yo estoy delante de las cámaras, toma decisiones, y eso lo respeto mucho.

¿Cree que la TDT va a cambiar tanto la televisión?

Yo no lo sé, pero es que he estado hablando con mucha gente del tema y nadie lo sabe. Nadie sabe si van a funcionar los aparatos, si se va a necesitar más de uno, cómo va a ser la TDT de pago…Creo que esto ha sido muy precipitado.

Es empresaria, ¿es buen momento para crear o invertir en el sector?

Creo que sí, a pesar de la crisis y el momento que vive la publicidad. Nosotros seguimos trabajando igual: tenemos dos programas en Antena 3 y Telecinco, uno en Telemadrid y estamos preparando otro para Cuatro. No nos quejamos. Pero no se sabe qué va ocurrir, yo no soy ningún gurú de la televisión. Tampoco se sabe qué va a pasar cuando quiten la publicidad de Televisión Española, porque en Telefrance no ha funcionado del todo.

¿En qué medio le gustaría concluir su carrera?

Escribiendo no. Yo he hecho sobre todo radio y televisión, pero creo que me gustaría terminar en la radio.

¿Cómo es un día de trabajo de Ana Rosa Quintana?

Ahora voy a tener que cambiar la rutina. Antes hacía la jornada casi del tirón y prácticamente no comía para irme pronto. Ahora no sé cómo lo haré. Cuando llego a casa sigo trabajando, muchas veces he hecho reuniones allí; pero intento estar al menos dos horas con los niños todos los días.

Ahora que han crecido, ¿le dejan dormir?

Ya tienen cinco años, pero la verdad es que yo duermo fenomenal, nunca he necesitado nada, ni una pastilla…

El otro día se difundió un rumor falso sobre la muerte de Carmen Sevilla, ¿qué opina?

La obligación de todo periodista es contrastar las informaciones. No se puede frivolizar con los temas serios, esa nunca ha sido nuestra línea.

¿Y sobre las ruedas de prensa sin preguntas?

Me parece fatal, y es algo que deberían plantearse todos los medios de comunicación. Si no quieres dar una rueda de prensa, manda un comunicado y ya está.

¿Echa de menos a Belén Esteban?

Ella ha elegido estar en otro programa y yo quiero que le vaya bien. En cualquier caso, a pesar de que alguien se vaya, nosotros somos un todo, un equipo grande, y no hay una personalidad que sobresalga, ni siquiera la mía.

Y les va bien así…

Sí, hemos sido líderes en un año muy difícil.

La audiencia le respalda dentro y fuera del programa, ¿se acuerda de El hormiguero?

Sí, y ya le dije a Pablo que tenía que repartir… Nunca me lo habría imaginado.

¿Qué entrevista está empeñada en conseguir?

Dos o tres, pero no te voy a decir los nombres, que hay mucha competencia…

BIO. Nació en Madrid en 1956. Periodista de carrera, ha trabajado en RNE, Radio Intercontinental,  COPE, TVE, etc. Se dio a conocer en televisión con Veredicto. Acaba de comenzar la sexta temporada de su último programa, El programa de Ana Rosa. Es empresaria, tiene una revista con su nombre y una productora, Cuarzo Producciones. Es madre de tres hijos, los dos últimos, mellizos, fruto de su segundo matrimonio.