Los aplausos suelen ser habituales en las reuniones que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebra con el grupo parlamentario del PSOE. Hoy no ha sido una excepción. El jefe del Ejecutivo ha vuelto a comparecer ante sus diputados y senadores para poner en valor los "avances" del Gobierno de coalición, en una intervención que ha sido vitoreada en varias ocasiones. Pese a la precariedad de sus números -cuentan con 167 escaños, 19 menos que la mayoría absoluta-, ha presumido de las más de 160 iniciativas legislativas aprobadas esta legislatura y ha pedido "más pedagogía" a los suyos para que esas medidas lleguen a la calle. No ha tenido autocrítica, pero sí ha censurado las acciones del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, con quien ha dicho que debatirá más "visto el resultado" de la cita que ambos tuvieron la semana pasada.

En su intervención, que ha durado alrededor de 45 minutos, el presidente ha querido evitar la euforia y se ha limitado a evidenciar las diferencias entre su modelo y el del Partido Popular, que sigue por delante de las encuestas. Todo ello, en un intento de continuar con el discurso adoptado tras la debacle de las elecciones andaluzas del pasado julio. "No se trata de minimizar ante la gente el impacto de la incertidumbre provocada por la guerra, se trata de dejar claro que los ciudadanos pueden tener una certeza: no repetiremos las recetas fallidas de la crisis del 2010", ha lanzado. 

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Frente a lo que “nos costó recuperarnos de la política neoliberal de la derecha, basado en subidas masivas de impuestas a las clases medias y amnistías fiscales”, el presidente ha hecho hincapié en que se ha tardado apenas dos años en recuperar el empleo previo a la crisis de 2008, un "empleo de mayor calidad". También ha recordado la subida "sostenida" del Salario Mínimo Interprofesional, que previsiblemente este año seguirá aumentando, y el blindaje por ley de la actualización de las pensiones con el IPC. Sánchez ha querido en este punto despejar las dudas abiertas tras la alta inflación, que podrían provocar que esa subida costara 16.000 millones a las arcas públicas.

No obstante, otra de las líneas del discurso del presidente pasa por dejar claro que el Estado dispondrá de todos sus recursos económicos para mitigar el impacto de la crisis actual, que ha hecho olvidar la crisis pandémica, por mucho que el presidente haya querido recordarla con una pequeña alusión al comienzo de su discurso. Con todo, Sánchez ha cifrado en 30.000 millones de euros lo movilizado hasta fin de año con dos paquetes anticrisis, en los que están incluidas las ayudas a la gasolina o la gratuidad de los abonos de Renfe -que ya han alcanzado a un millón de usuarios-.

También ha recordado Sánchez la frase -"insolvencia o mala fe"- que lanzó contra el líder de la oposición en su debate de la pasada semana, del que ha dicho que habrá más "visto el resultado". De Feijóo ha dicho que tiene "la peor de las ideologías, la reaccionaria" para contestarle tras el anuncio del líder gallego de que, en caso de llegar a Moncloa, derogará leyes del Gobierno como la de Educación o la de Memoria Democrática. Esta última, ha avanzado Sánchez, se aprobará "en este período de sesiones", así como la de Industria o la del cine. 

Pese a no haber sido mentadas, también están previstas las de Vivienda o la Ley Trans, que el líder de la oposición también ha dicho que derogará. Con todo, fuentes del grupo socialista señalan que los diputados están "cohesionados" y se muestran convencidos de que el poco menos de año y medio que queda para las elecciones generales servirá para revalidar la victoria. Mientras tanto, Sánchez les ha puesto como trabajo ser la voz del Gobierno y, también, volver a sacar adelante los Presupuestos este año, que serán clave: "Muchas gracias y a la tarea".