La marea de declaraciones en contra que suscitó la propuesta de Yolanda Díaz de topar el precio de los alimentos básicos no ha amilanado a la vicepresidenta segunda, que ha vuelto a insistir este martes en su utilidad y ha defendido la medida como "legal". Ante las críticas que hicieron el lunes tanto la patronal como el PSOE y el PP, Díaz ha manifestado que el máximo a la cesta de la compra "se está valorando". Además, ha justificado su proposición en que Francia puso en marcha un tope a los productos básicos y "ha tenido buenos efectos" en el país vecino.

Aunque en el Gobierno ha provocado reacciones encontradas -el ministro de Agricultura, Luis Planas, cree que la medida "no ayudaría ni a los productores ni a los consumidores", y en Podemos presionan a Díaz a legislar por si las multinacionales se negaran a limitar los precios-, la vicepresidenta segunda ha hablado en plural mayestático para adelantar que en el Gobierno "estamos estudiando estas medidas legales". "Los Gobiernos tienen que buscar soluciones y el presidente está volcado en bajar la inflación -ha manifestado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros-. Y uno de los principales problemas está en la cesta de la compra". 

En este sentido, aunque ha evitado valorar las declaraciones de sus compañeros de Ejecutivo, Díaz ha dicho que está "en la lógica de este Gobierno" llegar a un acuerdo con las distribuidoras para poder reducir los precios de los alimentos básicos. Ante los medios de comunicación, ha lamentado que el coste de patatas, lechugas o naranjas se haya encarecido "entre un 500 y un 800%".

La propuesta de Díaz de limitar el precio de alimentos básicos, entre lo inviable y lo trágico: "Se dejaría de producir pan o leche"

La propuesta de Yolanda Díaz se encontró el lunes con la negativa del PSOE, que el ministro Planas no consideró "pertinente", y del PP, cuya secretaria general, Cuca Gamarra, la calificó de "ocurrencia". Tampoco ha contentado a la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), la patronal del sector, que rechazó que las grandes cadenas estén "haciendo negocio" con subidas desorbitadas de sus precios.

Por su parte, Podemos comparte el espíritu de la medida, pero cree que las distribuidoras no aceptarían poner un máximo a los precios de determinados productos, por lo que llamó a legislar para no permitir que se negaran.