La nueva unidad de cuidados intensivos pediátrica del hospital La Paz se pone en funcionamiento esta semana con importantes novedades. Una de las principales es el aumento de espacio disponible, que se triplica al pasar de 560 a 1.780 metros cuadrados, lo que ha permitido que de 16 puestos de atención se pase a 20 y también que haya más habitaciones individuales, hasta 10. En la UCI se han colocado dispositivos de última generación y también se han cuidado al máximo detalles como el confort, tanto para los pequeños pacientes como para sus familiares y los profesionales sanitarios que trabajan cada día en este espacio. 

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha visitado este martes las instalaciones y ha calificado la nueva UCI como un avance "extraordinario". "Es un espacio moderno, seguro y dotado de la última tecnología que puede atender cualquier tipo de patología grave, infantil y a la vez cálido, muy luminoso", ha destacado. 

Esta unidad no solo atiende a menores de edad de la región: también es el centro de referencia para otras comunidades autónomas y se calcula que atiende a más de 900 niños de todo el país que padecen grandes complejidades. El máximo responsable de la sanidad madrileña ha detallado que la nueva UCI "garantiza" la privacidad de todos estos pacientes y "asegura" la comodidad necesaria para sus familiares, que cuentan con espacios propios. 

Las familias son, según Ruiz Escudero, "una parte esencial" de esta UCI porque comparten "muchas horas y muchas preocupaciones" con el personal del hospital. "Merecen un entorno confortable porque pasan largas etapas junto a los pequeños", ha aseverado.

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Así, todas las habitaciones individuales tendrán una zona del acompañante, con una cama para facilitar el descanso de sus familiares, que será de mayor calidad, ya que el nivel de los decibelios de estas habitaciones será menor, pues no se escucharán los pitidos y las alarmas de los equipos médicos de otros niños que estén ingresados.

"A esto se suma una nueva área para los padres, con una zona de trabajo, otra de descanso, otra para comer y también taquillas y baños con ducha", ha abundado Ruiz Escudero. "Se ha apostado por la tranquilidad, por la privacidad y por la integración de los padres en el cuidado de sus hijos, porque cuando están graves facilitan su recuperación y mejoran el nivel de aceptación del propio niño", ha remarcado.

Comunidad de Madrid

Cambios en el control de enfermería

Los pacientes y sus familias no son los únicos colectivos en los que se ha pensado a la hora de remodelar esta UCI pediátrica, pues también se ha pensado en los 80 profesionales que trabajan en las instalaciones. Un aspecto que mejorará las condiciones de trabajo es el establecimiento de supervisión "descentralizada" por parte del personal de enfermería, lo que se traduce en puestos de control con visión directa. 

"Este sistema de última generación integra también vídeo, por lo que informa en tiempo real de todos los datos de las constantes vitales, neurológicos, respiradores, bombas de perfusión o de depuración renal", ha destacado el responsable autonómico.

Además, todas las habitaciones gozan de un ambiente con luz natural y 12 de ellas tienen presión positiva, lo que minimizará el riesgo de infecciones cruzadas. Y también hay dos estancias con presión negativa y esclusas para el aislamiento de niños con enfermedades altamente contagiosas.

La inauguración de esta UCI pediátrica se suma a la de cuidados neonatales que se puso en marcha el pasado abril en el mismo hospital. "Son hechos que demuestran el enorme impulso que la sanidad madrileña está dando a la atención pediátrica, que camina hacia un modelo de máxima calidad asistencial y tecnológica", ha opinado Ruiz Escudero.