El futbolista Leo Messi está teniendo dificultades con su última adquisición: una mansión de 11 millones de euros que tiene varios problemas administrativos y legales, según publicaba el Periódico de Ibiza y Formentera. 

La vivienda tiene 568 metros cuadrados y una finca de 16.000 metros cuadrados, donde hay una piscina y hasta un pequeño campo de fútbol con porterías. 

Karim Benzema y Jordan Ozuna, su nueva novia, amor por Madrid a bordo de un Ferrari de 1,3 millones de euros

Pero hay dos problemas. El primero, que la vivienda no cuenta con la cédula de habitabilidad ni con el certificado de fin de obra, algo que viene de antes de que Messi comprara la vivienda. 

Al parecer se realizaron obras en el garaje de la vivienda, para construir habitaciones, motivo por el cual el Ayuntamiento de Sant Josep no concedió el certificado de final obra al no figurar esas habitaciones en el proyecto inicial, que se quedó sin la cédula de habitabilidad. 

Pero además, ya siendo propiedad de Messi, el Ayuntamiento de Sant Josep paralizó unas obras ordenadas por Messi en su mansión, que incluirían movimientos de tierra, realización de bancales, cambio de topografía del terreno, todo sin permiso, según indica el citado diario.

Ahora, para legalizar la vivienda Messi tiene que deshacer todas las obras que se realizaron en el garaje y restablecer el terreno donde él mismo realizó modificaciones hasta que esté en su estado original.