Quizá lo de menos sea que acabe de tener lugar el 25º aniversario por la muerte de Lady Di y los hermanos lo hayan pasado más alejados que nunca. Porque el resto de polémicas que ahora mismo están protagonizando el príncipe Harry y Meghan Markle van a ser las que verdaderamente les produzcan un quebradero de cabeza en su inminente visita a Reino Unido.

Los duques de Sussex viajan este domingo a las islas desde California por primera vez desde que volasen a Londres por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II. Lo hacen, además, después de unas controvertidas declaraciones de la exactriz en las que ha hablado no solo de la nula relación actual entre su marido y su suegro (el príncipe heredero Carlos de Inglaterra), sino también volviendo a ahondar en el racismo dentro de la familia real británica.

A pesar de que sus palabras han intentado ser luego matizadas para que no sonasen tan beligerantes con la institución, lo cierto es que no ayuda en absoluto que ya hayan comenzado a subir a Spotify los nuevos podcasts de los duques, bajo el nombre de Archetypes, o que Harry esté ultimando su autobiografía, para la que está investigando a fondo el accidente de tráfico de su madre.

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Según explican desde Daily Mail, Harry y Meghan visitarán Europa casi una semana al completo. Lo hacen con motivo de la cumbre One Young World, un evento que se celebrará en Manchester el próximo 5 de septiembre y que congregará a jóvenes de más de 190 países.

Sin embargo, y aunque tienen otro compromiso en suelo británico el 8 de septiembre (Harry da un discurso en la gala de los Well Child Awards), está confirmado que antes acudirán a otro acto en Alemania que guarda relación con los Juegos Invictus en los que tan implicado está el príncipe.

La principal duda que ha planteado esta visita es si el matrimonio sacará tiempo para poder ir a Escocia, al castillo de Balmoral, donde hoy por hoy se encuentra la reina pasando sus vacaciones y de donde parece poco probable que se mueva en próximas fechas habida cuenta de sus problemas de salud.

Lo que parece menos fácil, sin embargo, es que coincidan de alguna manera con el príncipe Guillermo y Kate Middleton pues, aunque se hospedan a menos de cinco minutos de la nueva residencia de los Cambridge, estos acaban de empezar septiembre con bastante trabajo por delante, sobre todo en lo que se refiere a actos y a la situación actual de la política británica.