Sharon Stone, que ha reconocido que en el pasado se sometió a retoques estéticos, tiene claro que ahora pasa de ellos y ha aceptado con dignidad el paso del tiempo.

De ello ha hablado en una reciente entrevista para Vogue Arabia la actriz de 64 años, que enamoró y sedujo a medio planeta en la década de los 90 gracias a papeles tan sensuales como los de Instinto Básico o Acosada.

Una charla en la que, además, revela que estuvo saliendo con un hombre más joven que rompió con ella después de negarse a recibir inyecciones de bótox para hacer desaparecer las arrugas de su piel.

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Según cuenta la intérprete, el que era su pareja entonces le preguntó si usaba esta técnica, a lo que ella respondió: "Seguramente sería muy bueno para tu ego si lo hiciera".

Después de esto, y según cuenta Stone, la relación llegó a su fin. "Lo vi una vez más después de eso y luego ya no estaba interesado en verme".

Sobre sus intervenciones quirúrgicas, aseguró: "Hubo periodos de fama en los que me inyecté bótox, relleno y esas cosas, y luego tuve un derrame cerebral masivo y una hemorragia cerebral de nueve días, por lo que tuve que ponerme más de 300 inyecciones de bótox para levantar un lado de mi cara", recordó.

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Tras este incidente, la actriz prefirió aceptar su edad y, con ello, el inevitable paso del tiempo. Así, la actriz de Pennsylvania sigue mostrando su lado más sexy. Así lo ha demostrado con su más reciente publicación en su perfil oficial de la red social Instagram, donde suele dejar pruebas de que los años no hacen mella en su belleza.

Sharon Stone compartió recientemente un selfie tomado frente a un espejo, con un pequeño bikini que mostraba su envidiable figura.