Una bebé de 20 meses murió en la madrugada de este miércoles tras haber sufrido el impacto en la cabeza de una bola de granizo de 10 centímetros, en Bisbal del Ampurdán, Girona. Otras 28 personas resultaron heridas y también hubo muchos daños materiales graves. 

"Fue algo increíble, no lo he visto nunca", repetían incrédulos los vecinos de La Bisbal d’Empordà, donde entre las 19.35 horas y las 19.50 horas de este martes cayó una violenta tormenta de granizo. Se trató de la dimensión más grande de piedra caída en el país desde el año 2002, según los datos del Servicio Meteorológico de Cataluña.

La granizada creció rápidamente y se desplazó desde el interior hacia la zona costera y este de la provincia de Gerona. Pero, ¿cómo es posible que haya caído granizo de estas dimensiones? Los expertos explican que se formó una supercélula con piedras de tamaño récord, es decir, "una tormenta muy, muy organizada", según dijo Francisco Martín, experto de Meteored, a 20minutos.

Las supercélulas

Pero, ¿qué es exactamente una supercélula? Según Martín, son "estructuras tormentosas organizadas que llevan un mesociclón en su seno, es decir, una columna de aire giratoria dentro de una tormenta formada por fuertes corrientes ascendentes y descendentes". Además, dentro de ellas, suelen formar granizo de grandes dimensiones, arrojar fuertes vientos y lluvias e incluso tornados. 

Los impactantes vídeos de la tormenta de granizo que cayó sobre Girona

Martín añade que estas tormentas muy organizadas se forman "en entornos muy inestables con fuerte variación del viento con la altura", lo que se denomina en meteorología como "cizalladura" o "cortante del viento". Explica que, en el interior de la supercélula que se formó en Girona, esa columna rotativa con fuertes corrientes tanto ascendentes como descendentes provocó la formación, el crecimiento y el mantenimiento de ese granizo de gran tamaño. 

Caída a 200 km/h

La velocidad con la que cae el granizo depende de su tamaño. Mientras más grandes sean las piedras, más rápido caerán. Según Martín, las bolas que cayeron en Girona "podrían llegar o superar los 200 km/h". Además, aclara que el hecho de que este fenómeno meteorológico se denomine supercélula "no significa que sea muy grande, sino muy organizada".

También explica que este tipo de estructuras son muy comunes tanto en las zonas terrestres como en las marítimas en España "pero no de esta virulencia". Lo verdaderamente excepcional es que se haya dado en zonas pobladas, ya que habitualmente ocurren en "áreas agrícolas, llanas o que no estén habitadas".