La relación entre Sánchez y Feijóo, rota cinco meses después de la salida de Casado

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en imágenes de archivo.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo (archivo).
EFE /EPA/ DUMITRU DORU / PP/ DAVID MUDARRA
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en imágenes de archivo.

"El cambio en el liderazgo del PP ha sido para peor, y era difícil". Así valoraba esta semana desde Latinoamérica el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la sucesión de Alberto Núñez Feijóo a Pablo Casado en la Presidencia del PP, un cambio de caras que allá por el mes de abril Moncloa celebraba y esperaba que facilitara el entendimiento entre los dos partidos más votados. 

No obstante, casi cinco meses después, el Congreso de los Diputados arrancó este jueves un nuevo curso político entre acusaciones cruzadas de PP y PSOE de no levantar el teléfono: nuevo curso, viejas acusaciones que evidencian el estancamiento de la relación entre Sánchez y Feijóo. 

Ni la inflación desbocada ni la crisis energética -por no hablar del bloqueo del CGPJ- han conseguido que el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición se vean las caras para abordar el "duro invierno" que la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, vaticinaba este jueves. 

Tampoco parece que tengan intención de hacerlo. Según informaciones publicadas por el diario El Mundo, llamar al presidente del PP no está entre los planes de Sánchez, que, después de la reunión mantenida con Feijóo el 7 de abril en Moncloa, considera que corresponde a los populares descolgar el teléfono para entablar una comunicación "bidireccional". La relación entre ambos líderes está, por tanto, tan encallada como en su día lo estuvo la del mandatario socialista con Casado, con quien estuvo más de ocho meses sin cruzar llamadas ni mensajes.

Una vez más Feijóo reprochó este jueves al PSOE que prefiera "pactar con Bildu o ERC antes que con el PP". Y es que las formaciones que en su día posibilitaron la investidura de Sánchez han sido las que esta semana han permitido sacar adelante la convalidación, entre otros, del decreto sobre eficiencia y ahorro energético en el Congreso. Durante el debate, la portavoz popular, Cuca Gamarra, afeó al Ejecutivo la falta de diálogo para buscar un acuerdo y dijo estar "dispuestos a negociar medias serias". "Muchos insultos, pero ni una llamada", afirmó.

Sin embargo, el portavoz socialista, Cesar Ramos, aseguró que llevaban "una semana llamando al PP y no había nadie en la otra parte del teléfono". "Decían que viene Feijóo, el moderado", afirmó recordando las esperanzas de entendimiento ante el cambio en la Presidencia del PP. "Líbreme del toro manso, que del bravo ya me libro yo", ironizó acto seguido. Por su parte, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, también dejó patente la falta de sintonía con la oposición, al referirse a ella como "la derecha más rancia de Europa".

Esperanzas frustradas

Lejos quedan las esperanzas de entendimiento que abrió la llegada de Feijóo. Sánchez felicitó con la mano tendida al gallego tras su victoria en el Congreso Extraordinario que nombró al sustituto de Casado. "Enhorabuena a Alberto Núñez Feijóo por su elección como presidente del Partido Popular. En estos tiempos complejos, trabajar con unidad y responsabilidad por el bien común de la ciudadanía debe ser una prioridad de todos y todas", escribió en Twitter.

Cinco días después, el presidente del Gobierno y el del PP se dieron cita en Moncloa, en la que sería la primera y única reunión cara a cara entre ambos líderes, más allá de los asaltos parlamentarios. A pesar del tono "cordial y amable" y de ver "más receptivo a Feijóo que a Casado", Sánchez dijo salir del encuentro "con más incógnitas que certezas". También el expresidente de la Xunta dejó patente el sabor agridulce de la conversación, que consideró "menos fructífera" de lo que le "hubiese gustado". 

Fue la entonces vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien elevó el tono del discurso. "Ponte a trabajar, que no has llevado ni un papel, y no has respondido a ninguna de las propuestas que te han hecho", le escribió vía Twitter. "Cambian de gato, pero el cascabel sigue sonando igual", añadió. 

Desde entonces, la relación entre PSOE y PP y entre Sánchez y Feijóo se ha ido recrudeciendo día a día, con el horizonte electoral de 2023 cada vez más cercano. "Cinco años de Sánchez es muchísimo tiempo, pero nueve años de Sánchez, diez años de Sánchez, una década de Sánchez... creo que España no lo soporta", sentenció Feijóo para arrancar el curso político.

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