Según informaron a Efe fuentes próximas a la SEPI, a la que está adscrita RTVE, a través de una disposición adicional en los presupuestos, aprobados ayer por el Consejo de Ministros, se deja claro que la subvención a RTVE "no es un cheque en blanco".

La ayuda está condicionada a la negociación y a la puesta en marcha de un plan de futuro en RTVE, y, aunque todavía está por definir el alcance, lo seguro es que la reconversión afectará tanto al número de trabajadores como a la dimensión del ente público, desde las emisoras de RNE hasta los centros territoriales de TVE.

Está previsto que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, ofrezca más detalles sobre esta disposición el martes. Según las mismas fuentes, el plan de futuro de RTVE se negociará durante los próximos meses.

Un "chantaje" para los sindicatos

UGT y CCOO tacharon de "chantaje" esta propuesta del Gobierno, y auguraron un futuro "conflictivo" en el ente público.

A su juicio, es "sorprendente" que "se quiera condicionar una contratación pública, que no una subvención, a un plan de reestructuración del que no se había hablado", si el legislador todavía no ha decidido qué modelo, qué tamaño y qué tipo de financiación quiere para los medios públicos.

En la misma línea, el responsable de la sección sindical de CCOO en RTVE, Marcel Camach, subrayó que "no es de recibo poner condiciones, dependientes de un plan de viabilidad".

"Es un chantaje y sobre los chantajes no se negocia", afirmó Camacho tras apuntar que ese avance de los presupuestos "prepara y augura un conflicto de envergadura en RTVE".