'Sin corbata', con el tope al aire acondicionado en 27ºC o los escaparates apagados al caer la noche, el Gobierno aprobará este jueves el decreto del plan de ahorro energético, pese los votos en contra del bloque de las derechas: PP, Vox y Ciudadanos. Salvo cambio de guion inesperado, la mayoría que hizo posible la investidura de Pedro Sánchez (ERC, PNV, EH Bildu) lo respaldará, o al menos se abstendrá, en parte porque de su convalidación también dependen otras medidas como becas para estudiantes o subvenciones al transporte. La duda estriba en si finalmente se tramitará como proyecto de ley, ofreciendo a las fuerzas parlamentarias la posibilidad de, más adelante, incorporar iniciativas para hacer frente a la crisis energética que amenaza a Europa. 

El Ejecutivo de coalición tan solo requiere de mayoría simple, más síes que noes, para que el decreto aprobado el pasado 1 de agosto sea prorrogado hasta el 31 de diciembre. Y este miércoles, a 24 horas de su escrutinio, ya daban por hecho que el paquete de medidas "contaría con apoyo suficientes" -palabras vicepresidenta tercera del Ejecutivo, Teresa Rivera-, si bien evitaban concretar con qué aliados parlamentarios.  

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Entonces, avanzada la tarde, el PNV alzo el pulgar. "Por responsabilidad" los jeltzales confirmaron su voto a favor, defendiendo que las medidas contempladas "solo tienen sentido si se aplican con inmediatez". Aunque no escondieron sus reservas acerca de las formas escogidas por el Gobierno para ponerlas en marcha, conminándole  a aplicar "más diálogo y negociación" en el curso político que se estrena este jueves. 

Más incertidumbres suscitaban las posturas de ERC y EH Bildu, que han querido apurar los tiempos antes de fijar su posición. Aunque no hayan revelado el sentido de su voto, todo apunta a que republicanos y jeltzales respaldarán el Plan de Ahorro, o como mucho se pondrán de perfil absteniéndose. 

Tantos Gabriel Rufián como Mertxe Aizpurua, respectivos portavoces de los partidos nacionalistas, se mostraron satisfechos con la posibilidad de que se pueda negociar el decreto, en referencia a la posible tramitación como proyecto de ley, que también se votará en el Hemiciclo, y a la que curiosamente el PNV se opone. 

Las derechas se plantan 

Lo que no alberga muchas dudas es la oposición del bloque de las derechas. El PP viene anunciando durante toda la semana que no apoyaría la "imposición" de medidas de ahorro energético que incluyen lo que llaman "frivolidades", haciendo referencia a quitarse la corbata, apagar escaparates o subir o bajar la temperatura. Los populares reclaman además modificaciones en el texto para incluir aspectos como la extensión de la vida útil de las centrales nucleares.

Vox, por su parte, votará en contra del texto por considerar que va en detrimento de los españoles al aplicarles "tremendos recortes" en su forma de vida. Creen que las medidas que incluye suponen "un nuevo confinamiento energético", que no soluciona problemas y son una nueva "restricción de los derechos y libertades de los españoles”. También declinara el decreto Ciudadanos,  que si bien reconoce que medidas como las ayudas al transporte "son buenas", y que las apoyaría por separado, cree que el Ejecutivo "mezcla churras con merinas" para "chantajear a la oposición" y forzar la aprobación de otras iniciativas.

Medidas en juego 

El decreto que se somete ha votación contiene dos tipos de medidas: energéticas y sociales. Del primer bloque, cabe destacar el apagado de los escaparates desde las 22:00 horas y de la iluminación de los espacios públicos cuando no estén en uso; el cierre de sus puertas cerradas cuando estén funcionando los sistemas de calefacción o refrigeración y el ajuste de los termostatos en edificios administrativos, espacios comerciales y culturales o estaciones de tren y autobuses y aeropuertos, con una temperatura mínima de 27 grados para los meses de verano, y una máxima de 19 grados en invierno.

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Del segundo, entre las medidas de carácter social figuran: el pago complementario de cien euros al mes durante cuatro meses para los estudiantes beneficiarios de becas y ayudas al estudio, la gratuidad de los servicios de Cercanías y media distancia convencional de Renfe para viajeros recurrentes y la prórroga de la línea de ayudas directas de 450 millones de euros a taxis y VTC (300 euros por vehículo), camiones (1.250 euros), furgonetas (500 euros) y ambulancias (500 euros). En este punto, también recibirán ayudas los camiones de mudanza, los taxis de Ceuta y Melilla y los autobuses urbanos, públicos y privados.

Se votará telemáticamente y Sánchez por correo

Por decisión de la Mesa del Congreso, anunciada en una reunión telemática para perfilar los detalles del pleno extraordinario, todos los diputados votarán telemáticamente el decreto energético y las otras cinco iniciativas legislativas que se debatirán este jueves. Mientras, todavía  continúan los trabajos en el hemiciclo para instalar un nuevo sistema de control de votaciones en las sesiones plenarias.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su parte, 'hará novillos' en la primera gran votación del curso para proseguir con su gira internacional por Latinoamérica. Así pues, el mandatario votará a 8.000 kilómetros de distancia, haciendo uso por primera vez del voto por correo, después de que el Congreso introdujera el pasado mes de mayo un cambio en su reglamento con el fin de que las señorías puedan participar en una votación parlamentaria si se encuentra en viaje oficial. 

Camino al Plan de Contingencia

Cabe recordar que este primer decreto es sólo el preludio, la primera parte, de un Plan de Contingencia que llegará entre otoño y invierno y cuyo impacto en las empresas y entre los ciudadanos se prevé mucho más significativo. Desde Moncloa arguyen que las medidas actuales están funcionando y que, cuánto más éxitos cosechen, menos esfuerzos habrá que hacer en el futuro. Según datos oficiales, en la primera semana de aplicación del decreto que este jueves se vota, la demanda eléctrica en España bajó un 3,7%, en la segunda ya era de un  9,5 %.