A partir del próximo jueves 1 de septiembre, los aparatos de aire acondicionado, los congeladores y en general los equipos de refrigeración serán hasta un 10% más caros en España.

Tal y como recoge el portal Idealista, el pasado 8 de julio el Congreso de los Diputados aprobó la Ley 14/2022 sobre Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, en la que 'coló' un nuevo impuesto.

En concreto, es una reforma del impuesto de gases fluorados, que ya existía, pero que solo se repercutía a los que vendían directamente los gases fluorados al consumidor final. Sin embargo, con el cambio introducido, se grava la fabricación o instalación, por lo que ahora se notará en nuestros bolsillos.

Así, el nuevo impuesto grava a todos los actores que tienen alguna relación con estos gases: fabricación, importación, adquisición intracomunitaria o instalación de equipos de refrigeración.

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Por lo tanto, desde el 1 de septiembre sectores como la automoción, hostelería, supermercados, industria alimentaria, y grandes almacenes que vendan aparatos de calor y frío se verán afectados.

Según la AEFYT (Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías) este nuevo impuesto encarecerá el precio de los equipos de refrigeración y aire acondicionado entre el 5 y el 10%, informa Idealista.

Según este medio, hasta 20 asociaciones empresariales han presentado alegaciones al anteproyecto, y afirman que su entrada en vigor "repercutirá en diferentes sectores de la economía, pero también en los hogares o el pequeño comercio".

Las asociaciones sostienen que el impuesto "no cumple en su diseño con la finalidad propia, ya que los gases por los que se tributa son insustituibles desde el punto de vista tecnológico, y por lo tanto, suponen directamente un impuesto a la actividad del sector".