Madrid, una 'isla de calor': 1.243 muertes por altas temperaturas desde junio, casi el triple que Andalucía

Un termómetro de una marquesina de autobús marca los 37 ºC durante una nueva ola de calor, en la Puerta de Alcalá, a 10 de junio de 2022, en Madrid (España). Durante esta nueva ola de calor, que durará desde hoy al menos cinco días, los termómetros pasarán de 40 grados centígrados (ºC) en puntos del centro y la mitad sur. Es la tercera más temprana de la historia en aparecer, precedida de la de 11 de junio de 1981 y la del 13 de junio de 2017. 10 JUNIO 2022;CALOR;ALTAS TEMPERATURAS;CAMBIO CLIMÁTICO;OLA DE CALOR;EMT;CALZEDONIA;TAXI;TERMÓMETRO DIGITAL; Eduardo Parra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 10/6/2022
Un termómetro de una marquesina de autobús marca los 37 ºC durante una nueva ola de calor, en la Puerta de Alcalá, a 10 de junio de 2022, en Madrid (España).
Europa Press
Un termómetro de una marquesina de autobús marca los 37 ºC durante una nueva ola de calor, en la Puerta de Alcalá, a 10 de junio de 2022, en Madrid (España). Durante esta nueva ola de calor, que durará desde hoy al menos cinco días, los termómetros pasarán de 40 grados centígrados (ºC) en puntos del centro y la mitad sur. Es la tercera más temprana de la historia en aparecer, precedida de la de 11 de junio de 1981 y la del 13 de junio de 2017. 10 JUNIO 2022;CALOR;ALTAS TEMPERATURAS;CAMBIO CLIMÁTICO;OLA DE CALOR;EMT;CALZEDONIA;TAXI;TERMÓMETRO DIGITAL; Eduardo Parra / Europa Press (Foto de ARCHIVO) 10/6/2022

España ha sido un infierno atmosférico este verano. Con dos olas de calor, una a mediados de junio -la más temprana en la serie histórica, solo empatada con la de 1981- y otra durante 20 días de julio -la más calurosa desde 1961- el alza del mercurio se ha cobrado la vida de cerca de 4.000 personas desde junio. Y casi un tercio de los fallecimientos se asocian a Madrid, punto especialmente caliente en la Península, que, con 1.243 muertes por causas atribuibles al calor (Momo), duplica a Andalucía y supera a Castilla y León y Cataluña juntas, que cierran el podio entre las más mortíferas. La razón de esta anomalía se achaca a su fisionomía. "Como gran ciudad, Madrid sufre el fenómeno de la isla de calor urbano", explica el meteorólogo Francisco Martín. ¿A qué se refiere?

"No hace la misma temperatura en Gran Vía que en el Pardo o la Casa de Campo", comienza diciendo el experto de Meteored, quien aduce esta circunstancia a tres factores: "la capacidad para absorber calor, las fuentes de calor y la ausencia de vientos, en ese orden". Consecuencia de ello es que la ciudad de Madrid pueda registrar "de 3 a 5ºC más en la urbe que en las zonas campestres circundantes"

También por las noches, donde es posible que, por mucho que abra la ventana, no corra el aire. ¡Hasta 25 grados de media en los peores días! Martín lo tiene claro: "Las noches son cortas y al no circular mucha aire, no da tiempo a que se enfrié la ciudad..." 

Las cifras hablan por si solas. Madrid ha batido los récords históricos de días con ola de calor y noches tórridas en un mismo año desde 1920, fecha en la que dio comienzo medición que lleva a cabo la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y los madrileños de la tercera edad o enfermos con patologías previas han acusado mayormente esta coyuntura.    

Si seguimos construyendo de esta manera, aumentará la mortalidad"

El efecto 'isla de calor urbano' no es exclusivo de la capital, "también pueden ocurrir en Getafe, Alcorcón o Valladolid" y no solo puede producirse en verano, aunque suele darse con mayor frecuencia en épocas cálidas, con cielos despejados, elevada insolación y vientos en calma, apunta el experto. 

A ello contribuyen las propiedades térmicas de los materiales utilizados en las superficies urbanas y el color oscuro de las mismas. Pero también la cubierta de asfalto, agrega. Así pues, Martín conmina a los políticos a disminuir las zonas oscuras y "aumentar el verdor, con plantas, césped y arboledas". 

Tampoco ayudan las actividades humanas y la contaminación de los coches. "Son fuentes de calor adicional, que generan una suerte de 'efecto invernadero', donde aire con gases tóxicos queda atrapado en la ciudad". En este punto, recomienda la segunda receta: promover energías limpias, edificios sostenibles y coches no contaminantes. 

Por último, la falta del viento. "Los edificios altos, bloquean la circulación de vientos locales, lo que impide que se aminoren las temperaturas". La conclusión a todo lo anterior no concede espacio a la duda: "Si seguimos construyendo de esta manera, aumentará la mortalidad en los próximos años."

Una predicción para el futuro: "La situación se va agudizar. El cambio climático antropogénico agudizará los efectos de las temperaturas y si estas aumentan, el peligro para las personas también". 

LA MUERTE DEL BARRENDERO QUE ABRIÓ EL DEBATE 

  • A raíz de la muerte de un operario municipal que sufrió un golpe de calor en plena jornada de trabajo en Puente de Vallecas, el Ayuntamiento anunció a finales de julio que los empleados municipales encargados de la limpieza viaria podrían flexibilizar su entrada al trabajo para evitar así las horas con temperaturas más intensas. El caso del trabajador de 60 años también planteó otras consideraciones como cambiar los trajes de los barrenderos (de poliéster) o extender las medidas a otros colectivos de jardineros, agentes de la movilidad o trabajadores del Servicios de Estacionamiento Regulado (SER).
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