La Policía Nacional ha detenido a dos empleados de una cadena de restaurantes en Palma, un hombre de 36 años y una mujer de 32, acusados de manipular los tickets y estafar a la empresa alrededor de 60.000 euros.
Durante años, los dos trabajadores se habrían dedicado a manipular y modificar los recibos de la caja una vez que los clientes habían abonado la cuenta de la comanda que habían consumido, ha informado en una nota la Jefatura Superior de Baleares.
Los presuntos autores habrían provocado a la empresa un perjuicio económico de unos 41.000 euros acreditados desde 2019 hasta este año, si bien los investigadores sospechan que estas irregularidades se habrían cometido desde 2017, por lo que habrían estafado cerca de 60.000 euros, según la Policía.
La presunta trama se descubrió cuando la responsable de la empresa cambió el sistema informático del cobro de las cajas registradoras de todos sus locales, lo que reveló que los tickets estaban siendo manipulados.
La propietaria de la mercantil inició una investigación interna para esclarecer este asunto y recabó todos los recibos de los diferentes restaurantes, de manera que se dio cuenta de que en algunos de los locales se producían modificaciones de precios y en otros no.
Con intención de verificar sus sospechas, la empresaria facilitó todos los tickets manipulados a una empresa para que emitiera un informe pericial.
También se estrechó el círculo de los restaurantes donde los recibos habían sido supuestamente manipulados haciendo un registro de los empleados que habían trabajado en los distintos locales hasta que coincidió con los dos trabajadores ahora detenidos.
Llamó la atención que en los establecimientos en los que trabajaban el empleado de 36 años y la mujer de 32, las cajas registradoras presentaban tickets con sus importes modificados.
La empresaria realizó una comprobación de los recibos de caja cuando ambos trabajadores se encontraban de vacaciones y las cajas no presentaban durante la ausencia de la pareja manipulaciones ni rectificaciones.
Los empleados fueron despedidos y la perjudicada denunció los hechos en dependencias policiales. El Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía se hizo cargo de la investigación y concluyó que los dos sospechosos eran presuntos autores de un delito de estafa y falsedad documental.
La investigación de la Policía continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones en relación a esta supuesta estafa.
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