El consenso europeo sobre reducción de energía para hacer frente a un posible corte de gas desde Rusia ha tenido sus efectos en España, que este miércoles ha puesto en marcha las primeras medidas de ahorro. A la vez, muchos otros países europeos están tomando o preparando medidas para ahorrar energía y hacer frente así a las consecuencias que la guerra de Ucrania puede tener en el día a día de los estados miembros
En España el Gobierno aprobó la pasada semana el Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización, cuyas medidas han comenzado a aplicarse este miércoles. Se trata del apagado de escaparates y el ajuste de termostatos en espacios públicos, excepto en centros sanitarios y de formación y medios de transporte, entre otros.
Tras el acuerdo del Consejo de Asuntos Energéticos del 26 de julio (con el voto en contra de Polonia y Hungría), Bruselas quiere que los 27 recorten un 15% (un 7% en el caso de España) su consumo de gas de manera voluntaria desde el 1 de agosto de 2022 hasta el 31 de marzo de 2023. Todo, asegura la CE, "ante el riesgo de más cortes de suministro de gas por parte de Rusia". Tras este encuentro, los estados miembros han comenzado ya a tomar posiciones y han anunciado sus propios planes, con medidas y recomendaciones que también se centran en la climatización, pero que también incluyen la prohibición de duchas de agua caliente en instalaciones deportivas e incluso el apagón de los semáforos que no se utilicen a determinadas horas.
Estas son algunas de las medidas previstas o ya implementadas:
Francia
Durante su discurso anual del Día de la Bastilla, el presidente Emmanuel Macron anunció la puesta en marcha de un Plan de Sobriedad Energética. Se pretende reducir el consumo de energía en un 10% en los próximos dos años con respecto a 2019.
El decreto está en fase de borrador, pero se sabe ya que las nuevas normas fijan la temperatura de la calefacción en 19 grados y la del aire acondicionado en 26. Los comercios que usen aire acondicionado deberán mantener las puertas cerradas o recibirán una multa de 600 euros. Los escaparates y la publicidad luminosa se apagarán entre la 1 de la madrugada y las 6. De no hacerlo, se enfrentan a una multa de 1.500 euros.
A los empleados públicos franceses se les pide que sean más responsables y apaguen las luces innecesarias y los aparatos que no se utilicen en espera, que utilicen el transporte público siempre que sea posible y que trabajen a distancia. Sólo podrán encender el aire acondicionado si la temperatura interior supera los 26 grados.
Es importante porque cerca del 20% de la población activa de Francia está empleada por la Administración y en torno al 30% del parque de edificios terciarios del país es propiedad del Estado. Francia depende principalmente de la energía nuclear, que suministra alrededor del 42% de sus necesidades energéticas.
Alemania
La dependencia alemana de Rusia es enorme. El petróleo proporciona aproximadamente un tercio de sus necesidades energéticas, seguido de cerca por el gas. El país de Putin suministró a Alemania el 55% del gas, el 35% del petróleo y el 45% del carbón en 2021.
En situación tan extrema, las medidas no han sido adoptadas por el gobierno de Olaf Scholz (en julio emitió una serie de recomendaciones) sino por los distintos estados.
Por ejemplo, en Baviera, se ha dejado de suministrar agua caliente en las oficinas públicas, la temperatura ambiente se reduce a un máximo de 19 grados y las zonas no utilizadas no se calentarán. Durante las vacaciones, se cortará el agua caliente en todos los colegios y se apagará la iluminación de los edificios municipales.
En Hannover y Baja Sajonia se han dejado de utilizar las duchas calientes de piscinas, gimnasios y centros deportivos. Las piscinas públicas dejarán de calentarse con gas. Los edificios públicos no tendrán calefacción desde abril hasta finales de septiembre de cada año, y la temperatura de las habitaciones se limitará a un máximo de 20 grados durante el resto del año. En zonas como almacenes, salas técnicas y pasillos, la temperatura máxima oscilará entre 10 y 15 grados.
En muchas regiones de Alemania, además de restringir el agua caliente en oficinas municipales o centros de ocio, se están apagando de noche los edificios emblemáticos y los semáforos cuando no se usen.
El Ministerio alemán de Economía y Acción Climática propone para reducir el consumo de energía dejar de calentar las habitaciones en las que no se pasa habitualmente, como pasillos, grandes salas, vestíbulos o salas técnicas.
Italia
Normas de ahorro energético están en vigor en Italia desde el mes de mayo. Las nuevas se aplican a todos los edificios públicos y excluyen los hospitales, las residencias de ancianos y todo lo relacionado con la salud pública. Además, se ha adelantado el cierre de oficinas y comercios.
También se han limitado las temperaturas y se ha reducido el alumbrado público en un 40%. Se han establecido sanciones para quienes no cumplan, pero no se ha aclarado cómo llevar a cabo el control.
Italia se muestra segura de atravesar el invierno sin problemas. El año pasado importó cerca de un 40% de gas ruso, pero tras los acuerdos firmados con Argelia (en detrimento de España) ha reducido esa dependencia. Por eso el ministro italiano de Transición Ecológica asegura que no se adoptarán medidas "draconianas".
Grecia
Se ha decidido que los aparatos de aire acondicionado no puedan ponerse a temperaturas inferiores a 27 grados en los edificios públicos durante el verano, mientras que los oficinistas deben apagar sus ordenadores al final de la jornada en lugar de dejarlos en modo de espera y ahorro de energía. Para cuando pase el verano, la calefacción no podrá ponerse a más de 19 grados.
República Checa
El Ministerio de Industria checo ha propuesto limitar la calefacción en invierno a un máximo 18 grados en oficinas, 19 en centros educativos y 20 en centros médicos -el límite actual es de 22-, en caso de que haya escasez de combustibles debido a la invasión rusa de Ucrania. La propuesta de decreto establece una tabla detallada de la temperatura máxima de la calefacción según el tipo de edificio y habitación.
Polonia
De momento no ha aprobado ningún plan nacional para el ahorro energético, pese a que el país polaco depende del gas ruso en un 40%. Por ahora, el Gobierno polaco ha pedido a la población que aíslen sus casas antes de que llegue el invierno. El primer ministro ha prometido miles de millones para pagar estas actuaciones en los domicilios.
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