La expansión de la avispa velutina en el norte de nuestro país es uno de los problemas a los que nos enfrentamos cada año. Este miércoles, El programa del verano ha contactado con Pablo, encargado de una empresa que se encarga de la extinción del insecto en Oviedo.

La avispa, considerada una especie invasora, llegó a nuestro país hace doce años. Puede llegar a medir hasta cuatro centímetros de longitud y su picadura produce graves reacciones alérgicas. Además, debido a su tamaño, su veneno puede desembocar en problemas o fallos renales.

Pablo ha señalado que una de sus herramientas de trabajo son los drones creados especialmente para combatir las velutinas: "Nos permite llegar a grandes alturas y neutralizar nidos que están inaccesibles". Los alojamientos de las avispas pueden llegar hasta los 60 o 90 centímetros de diámetro.

Qué deberías hacer si te pica una avispa

Además, Pablo ha destacado que, aunque principalmente actúan en los meses de verano, su trabajo de trampeo comienza en febrero. En este momento, utilizan botellas de plástico con agujeros de hasta ocho milímetros en los que introducen una mezcla de agua, azúcar y levadura. Esta sustancia atrae a las nuevas reinas, entran en la botella y ya no pueden salir.

Posteriormente, entre agosto y octubre, se lleva a cabo un segundo trampeo, pues es en esta época del año cuando las reinas salen de sus nidos. Así, el experto ha apuntado que, una vez han localizado los nidos, con la carabina o el dron se inyectan unas bolas con un biocida. Nada más entrar dentro del nido, las bolas se rompen y sueltan el biocida, que se esparce por dentro.

Al ser un objeto intruso, las avispas tratan de limpiar su nido, comiéndose el veneno y muriendo. "Nosotros les damos de comer con un cebo falso", ha agregado Pablo.