Una de las ciudades españolas donde es habitual ver carruajes tirados por caballos para transportar turistas es Palma de Mallorca. El pasado 24 de mayo, y según informó la Policía Local en una nota de prensa, inmovilizaron y denunciaron al conductor de una galera al identificar que el caballo era de avanzada edad y mostraba cojera en ambas patas delanteras, lo que le hacía inadecuado para el servicio. Los agentes de la Unidad Montada de esta ciudad insular mediterránea constataron que el caballo ya había sido previamente declarado no apto a inicios del mismo mes de mayo en la revisión anual. Levantaron acta de inmovilización tras acompañarle a las cuadras y el calesero quedó advertido de sanción si reincidía.
A finales de julio, unas imágenes sensibles que se viralizaron rápidamente por internet mostraban lo que había sucedido apenas unos días antes en una plaza de la capital mallorquina, donde un caballo que tiraba de una galera se desplomaba y caía al suelo, mientras los pasajeros permanecían inmóviles sin bajarse del carruaje. El conductor trató, sin éxito, de reanimarle tirando de las riendas, pero el equino no era capaz de levantarse. Los termómetros de la ciudad marcaron cuarenta grados en esa jornada.
Este suceso y que la grabación fue difundida por las redes sociales provocó una ola de críticas y reclamaciones al Ayuntamiento para que tomara medidas inmediatas sobre esta costumbre turística donde, hasta ahora, las leyes no daban abasto para garantizar el bienestar de los animales domésticos de tiro.
El vídeo reabrió un debate que ya venía de lejos, y que finalmente ha recibido una respuesta que desde asociaciones, partidos verdes o ecologistas e instituciones de protección animal, han aplaudido y acogen con alivio: el Ayuntamiento de Palma ha aprobado el pasado 27 de julio la prohibición de las galeras tiradas por caballos con fecha límite de 2024.
El pleno del Ayuntamiento, con la abstención del PP y el voto en contra de VOX, realizará las modificaciones necesarias para el “cambio progresivo de todas las galeras de la ciudad, hacia modalidades eléctricas y no de tracción animal", tal como recoge el medio de prensa Diario de Mallorca.
En el mismo pleno, y para cubrir y garantizar el bienestar de los caballos tiradores de galeras, se aprobó otra modificación que entrará en vigor con su publicación a lo largo de este agosto, y por la que quedará prohibido que los caleseros saquen a sus caballos a realizar el trabajo si hay alerta metereológica de calor amarilla, naranja o roja.
La Asociación de la Calesa mallorquina ha mostrado su oposición a esta Ley que deja con los días contados su actividad, pese al compromiso desde el Ayuntamiento de que se les garantizará sus puestos de trabajo.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios