De parto, con una dilatación de ocho centímetros y entre gritos y lágrimas. Una mujer embarazada pretendía dar a luz a su bebé sin necesidad de recibir la epidural, pero a medida que el dolor se hacía más y más intenso, ésta vio que era imposible continuar sin algo que la aliviara. Fue entonces cuando el marido, disconforme con que su esposa se sometiese a la inyección, se acercó a la anestesista para que hiciese caso omiso a la petición de la paciente. Así lo ha confesado en su cuenta de Twitter la miembro del hospital y testigo de lo sucedido, Elena Casado Pineda.
Tras la mención del marido, la anestesista fue directamente a hablar con la paciente, quien suplicando le remarcó su dolor y su único deseo entonces: la epidural. Sin embargo, su pareja, que se encontraba en la habitación como acompañante, las interrumpió para hacerla cambiar de opinión: "Pero no te la pongas, que estás de ocho, un empujón y ya está, tu madre no quiere".
Acabo de pasar a ver a la chica.
— Dra. Elena Casado Pineda (@Medicilio) July 26, 2022
Ya ha tenido al bebé y me ha dicho que super bien que no le ha dolido y que ha empujado genial.
Y la compañera matrona me ha dicho que la madre misma lo ha cogido mientras daba a luz y ha sido precioso.
Y nada, que ya vuelvo a estar contenta 💖
Tras la insistencia permanente del marido, que no cedía ni se detenía a atender la situación que estaba sufriendo su mujer, la anestesista perdió la paciencia por su falta de empatía: "Aquí quien decide es ella, yo os dejo quedaros a los acompañantes para la epidural, pero si la sigues intentando hacer sentir mal te voy a echar fuera para hablar con ella...". La embarazada ya le había reiterado a la anestesista en varias ocasiones que se encontraba segura de la decisión, en presencia del marido.
La epidural es un derecho y tiene derecho a no tener dolor
Después de la amenaza, Elena le recordó al marido que "la epidural es un derecho y tiene derecho a no tener dolor. Y la que lo elige es ella, ni tú, ni su madre, ni yo, ni nadie. Ella"; finalizando con una pregunta retórica: "¿Tú te la quieres poner?".
La anestesista, tras la respuesta afirmativa de la embarazada, le guía de cómo va a ser el proceso con la voz del marido sonando por detrás: "Pero, ¿aquí ponéis muchas epidurales de estas?", a lo que, atónita, Elena responde: "Entre tres e infinitas, depende de guardia".
Elena asegura que en esos momentos gastó toda su energía acumulada de la guardia. Después del proceso, se aseguró de que la mujer embarazada se encontrase bien y le pidiese ayuda si lo requería. Horas después, Elena anunciaba en Twitter el feliz nacimiento del bebé así como la felicidad de la madre, quien le aseguró que no había tenido dolores y que "había empujado genial".
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