La propuesta del presidente del Gobierno a modo de recomendación para combatir el gasto energético ha traído a la memoria un episodio dado en 2011, en circunstancia similares, pero que se saldó con algo más de resquemor en el Congreso de los Diputados.

El hilo conductor de ambos discursos; el de entonces, con el presidente de la Cámara Baja, José Bono, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián; y el de ahora, con Pedro Sánchez, ha sido el uso de la corbata. En el caso más actual ocurrido este viernes, el líder del Ejecutivo ha comparecido sin un complemento habitual para él durante sus intervenciones a cámaras y ha pedido a sus ministros y altos cargos que sigan su ejemplo para ahorrar evitando poner el aire acondicionado.

Hace 11 años, lo que hoy no ha levantado gran revuelo, fue suficiente para que se desatara una pequeña escaramuza. Aprovechando una pregunta de la sesión de control sobre la necesidad de ahorro energético, Sebastián relató que los japoneses habían decidido ser flexibles en el uso de la corbata, y pidió a la Mesa del hemiciclo más control sobre la temperatura.

Cuando concluyó, el presidente del Congreso decidió tomar la palabra de manera excepcional para afear la decisión de Sebastián de no usar corbata, y agradeció a los que sí la portaban su ayuda para mantener "la disciplina del vestido" en el hemiciclo, donde, por ejemplo, los ujieres están obligados a llevarla como parte de su uniforme.

En un tono burlesco, Bono explicó que la temperatura del hemiciclo era difícil de regular. "Es probable que el primer ministro japonés vaya sin corbata al Parlamento, no sé si ante el emperador de Japón", apostilló.

Sánchez se quita la corbata 'a lo Miguel Sebastián' para ahorrar energía y pide a los funcionarios y empresas que no se la pongan

Al salir del hemiciclo Sebastián dejó claro a los periodistas que seguiría sin corbata y dio por buena la polémica si servía para promover el debate sobre la necesidad de ahorrar energía.

"Yo creo que cumplo con lo que tengo que cumplir y voy a seguir, diga lo que diga el señor Bono y el emperador del Japón", apuntó el entonces ministro de Industria, que poco después recibió un mensaje de texto del presidente de la Cámara disculpándose por haberle recriminado en público su vestimenta.

"Le he mandado un 'sms' diciéndole que si le he molestado, lo siento, porque le doy toda la razón en que haya que controlar la temperatura, pero el asunto de la corbata es más discutible", explicó Bono en un Congreso en el que todavía reinaba el bipartidismo y, con él, una cierta uniformidad en el vestir.

Regalos envenenados en 2008

En un pleno extraordinario de julio de 2008, también en pleno periodo canicular, Bono se percató de que el ministro no llevaba corbata e hizo que un ujier se acercara a Sebastián con una de la institución. El responsable de Industria dijo que se la pondría a partir de octubre y le envió un termómetro de regalo, para que midiera la temperatura del hemiciclo.

Industria recomendaba por entonces subir el aire acondicionado a los 24 grados. El plan de ahorro y eficiencia energética para el sector público diseñado por el Gobierno apuesta este 2022 por los 27 grados.