Rusia acusa a Ucrania de haber matado en un bombardeo a 50 presos de guerra ucranianos, entre ellos miembros del batallón Azov

Imagen de la cárcel en Donetsk tras el bombardeo de este viernes.
Imagen de la cárcel en Donetsk tras el bombardeo de este viernes.
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Imagen de la cárcel en Donetsk tras el bombardeo de este viernes.

Las autoridades de la autoproclamada República Popular de Donetsk han elevado este viernes a más de 50 el número de muertos a causa de un ataque achacado al Ejército de Ucrania y que ha alcanzado una cárcel en la localidad de Yelenovka, si bien las Fuerzas Armadas ucranianas han negado haber llevado a cabo un ataque en la zona y han apuntado a las fuerzas rusas como responsables.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró en su informe diario que "en el ataque con misiles que se llevó a cabo en un centro de detención preventiva se encontraban prisioneros de guerra militares ucranianos, incluidos combatientes del batallón Azov [un batallón con integrantes de tendencia neonazi]".

"En Yelenovka, 53 personas han muerto y otras 75 han resultado heridas", ha dicho el Centro de Defensa Territorial de la República Popular de Donetsk a través de un mensaje en su cuenta en Telegram. Así, ha detallado que la cárcel acogía a "presos de guerra ucranianos". 

Asimismo, ha señalado que el ataque habría sido llevado a cabo con un HIMARS -un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple- y ha subrayado que "el régimen criminal de Kiev destruye adrede a milicianos ucranianos que se han rendido para ocultar las trazas de los crímenes de guerra cometidos contra la población civil del Donbás".

El organismo ha hecho hincapié en que las autoridades ucranianas "fuerzan al resto a continuar las hostilidades y no rendirse ante las tropas de la República Popular de Donetsk". En esta línea, el líder de la autoproclamada república, Denis Pushilin, ha asegurado que en las instalaciones había más de 190 presos y ha negado que entre ellos hubiera ciudadanos extranjeros, según la agencia rusa de noticias Interfax.

Sin embargo, el Estado Mayor del Ejército de Ucrania ha destacado en un comunicado que "las Fuerzas Armadas de Ucrania no han lanzado misiles ni ataques con artillería contra el asentamiento de Yelenovka" y ha agregado que las tropas ucranianas "llevan a cabo bombardeos extremadamente precisos únicamente contra objetivos militares rusos".

"Las Fuerzas Armadas de Ucrania cumplen totalmente los principios y respetan las normas del Derecho Humanitario y nunca han llevado a cabo ni están llevando a cabo ataques contra infraestructura civil, especialmente en lugares donde compatriotas prisioneros de guerra podrían estar retenidos", ha dicho, al tiempo que ha acusado a Rusia de "continuar con sus métodos de propaganda y su guerra de información para ocultar sus acciones traicioneras".

"Las afirmaciones sobre un supuesto ataque contra infraestructura civil y ciudadanos por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania son una mentira clara y una provocación. La responsabilidad es de Rusia, el país agresor, ocupante y promotor del terrorismo", ha argüido, antes de apuntar a un "bombardeo selectivo" de Rusia contra la cárcel en Donetsk.

De esta forma, ha explicado que "los ocupantes rusos mantienen sus criminales objetivos de acusar a Ucrania de crímenes de guerra y ocultar la tortura y ejecución de prisioneros llevadas a cabo allí por orden de la administración de ocupación y el mando de las Fuerzas Armadas de Rusia en el territorio temporalmente ocupado en la región de Donetsk".

En esta línea, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha dicho en su cuenta en la red social Twitter que "Rusia ha cometido otro horrible crimen de guerra al atacar una instalación correccional en la ciudad ocupada de Yelenovka, donde retenía a presos de guerra ucranianos".

"Pido a todos los socios que condenen firmemente esta brutal violación del Derecho Humanitario y reconozcan a Rusia como un Estado terrorista", ha sostenido, una línea similar a la mostrada por el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, que ha señalado que "las tropas rusas han llevado a cabo un ataque cuidadosamente planificado" y que "no hay objetivos militares operativos para el Ejército ucraniano" en esta localidad.

Kiev habla de operaciones de falsa bandera

Podoliak ha defendido que las fuerzas ucranianas "tienen todas las herramientas para una identificación precisa de los objetos que van a ser destruidos" y ha argumentado que "la escala y la velocidad de la campaña de información de los propagandistas rusos indican que fue una acción planificada y organizada". "Sabemos que algunos de los capturados fueron trasladados a las instalaciones unos días antes del crimen", ha dicho.

"Se trata de una operación de falsa bandera clásica, cínica y elaborada", ha señalado, antes de acusar a las fuerzas rusas de "ocultar pruebas de la escala de los crímenes de guerra y las torturas de Rusia", "afectar a los acuerdos para el intercambio (de presos)" y "desacreditar a las Fuerzas Armadas de Ucrania".

"Los histéricos comunicados preventivos de Rusia sobre que el golpe fue efectuado contra defensores ucranianos capturados buscan crear una resonancia en Ucrania y volver a la población de varios países contra nuestras Fuerzas Armadas", ha manifestado Podoliak, que ha asegurado que "las identidades reales de los muertos serán determinadas por los servicios de Inteligencia de Ucrania".

Por último, ha incidido en que "los rusos han matado de forma deliberada, cínica y en masa a ciudadanos ucranianos capturados, lo que será investigado por la Fiscalía y equipos internacionales". "Es obvio que, ante la cercanía de derrotas tácticas, Rusia recurrirá a provocaciones caníbales para promoverlas en los mercados globales", ha puntualizado, antes de reclamar una "respuesta firme" de Naciones Unidas para que "Rusia sea excluida de todas las instituciones internacionales".

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