Este martes aprobaron el techo de gasto. ¿Está encarrilado el proyecto de Presupuestos?Dentro del Gobierno ya está habiendo contactos entre los socios para que la negociación vaya avanzando. El acuerdo para el techo de gasto es el primer paso, y ahora toca ir concretando el resto.

Por tercer año consecutivo han aprobado el límite de gasto más alto de la historia. ¿Están satisfechos?Es un techo de gasto histórico para enfrentar las consecuencias de la guerra en Ucrania. La idea es que constituya un dique frente a una posible recesión y dé margen a la política fiscal para poner en marcha las prioridades del Gobierno para enfrentar este difícil momento económico.

¿Cuáles son esas prioridades para los Presupuestos?La primera debe ser enfrentar el impacto que tiene la inflación sobre ciudadanos y empresas, y tratar de reducirla en la medida de lo posible. La segunda es seguir invirtiendo en reformas de profundo calado que necesita nuestra economía. Debemos avanzar en transición energética y en reforzar nuestro sistema sanitario y nuestro sistema de cuidados de larga duración. 

Ya han tomado medidas para contener la inflación, pero sigue disparada. ¿Qué más se plantean hacer?Hay algunas medidas de carácter fiscal que se han tomado coyunturalmente para reducir la factura de la luz que deben mantenerse en el tiempo, para que la inflación vaya reduciéndose poco a poco. También deben mantenerse la inversión que estamos haciendo en transporte colectivo o el cheque de apoyo a las familias.

¿El abono de Cercanías debe seguir siendo gratuito de forma indefinida?Sí. De hecho, desde Podemos hablamos de incluirlo en los Presupuestos de 2023. En general, debemos acelerar la transición energética: vivimos en un país que tiene una gran capacidad de generar energía a partir de fuentes renovables, y acelerar las inversiones en estas tecnologías nos haría menos dependientes de los combustibles fósiles del exterior y reduciría la capacidad de Putin de utilizar la energía como arma de guerra.

¿Se puede elevar el gasto militar y el gasto social a la vez en los Presupuestos? El PSOE cree que sí.Lo que realmente debe alcanzar el 2% del PIB no es el gasto militar, sino el gasto en protección social, que todavía está a una distancia importante de los países de nuestro entorno. En todo caso, lo que no se puede hacer es anteponer este objetivo del PSOE a las prioridades sociales o a construir un colchón para frenar la inflación. 

¿Temen que su socio sí quiera priorizar el gasto militar a otros?Nosotros vamos a trabajar para que en ningún caso se haga.

Dicen que las cuentas de 2023 van a ser "la prueba del algodón" del giro a la izquierda de Pedro Sánchez. ¿No se fían del PSOE?No es una cuestión de fiarse o no, es que hechos son amores y no buenas razones. El cambio de discurso [del presidente] en el Debate del estado de la Nación ha sido bienvenido no solo por Podemos, sino por el conjunto del electorado progresista. Pero ese cambio de discurso ahora tiene que dar paso a una serie de políticas públicas en los próximos Presupuestos.

¿Y cuáles son esas políticas que probarían que el presidente quiere virar a la izquierda?Es importante y urgente aprobar ya la ley de vivienda en el Congreso. Además, es indiscutible que este país necesita un plan de choque urgente para dar solidez a la sanidad pública y a los sistemas de cuidados. Y parece difícil de trasladar un mensaje progresista a la ciudadanía si no se acompaña de una reforma fiscal que dote de mayor justicia a la recaudación.

El Gobierno prometió a Bruselas tener la ley de vivienda en vigor en octubre, pero aún está muy verde en el Congreso. ¿Cumplirán?Confío en que llegaremos. Este Gobierno de coalición necesita los apoyos de otros socios, y para eso estamos negociando. Confío en que algunas de sus propuestas se incorporen al proyecto para que vea la luz pronto.

España aceptó ayer el plan europeo para reducir el consumo de gas de cara al invierno por el posible corte de la energía rusa. ¿Existe un riesgo real de cortes o escasez de suministro?No hay ningún riesgo. Hay que reconocer que el contexto es delicado y existe una incertidumbre importante al respecto de lo que pueda suceder en términos económicos en los próximos trimestres. Pero soy claro: en España no se corre el riesgo de que haya cortes de suministro.

Pedro Sánchez ha puesto a Italia como ejemplo de país que ha aprobado un impuesto a los beneficios de las energéticas. ¿Vamos a ver un tipo del 25%, como ocurre allí?En este detalle se está trabajando en este momento. Lo importante es configurar dos figuras tributarias [una que grave a las energéticas y otra a la banca] que tengan verdadera capacidad de recaudación.

¿Cómo van a evitar que ese impuesto lo acabe pagando el cliente?Es algo en lo que estamos trabajando. Hay que garantizar que en el texto del impuesto se prohíba la posibilidad de trasladar estas figuras tributarias al consumidor final.

¿Pero cómo se va a vigilar que se cumpla esa prohibición?Dejemos tiempo para que la negociación se desarrolle. En próximos días lo veremos.

El PSOE apuesta por que sea la CNMC la que lo controle, pero es un organismo poco ágil y que no evita que los precios suban, en todo caso puede sancionar esos aumentos.La supervisión de la CNMC siempre es bienvenida, pero en esta ocasión es necesario ir más allá y que en la letra del impuesto figure la imposibilidad taxativa de que los impuestos puedan ser trasladados al consumidor.

Varios socios han pedido al Gobierno topes de precios para la energía y los carburantes. ¿Los ve necesarios?El Gobierno ya ha fijado un tope al gas por encima del cual no se puede retribuir a otras tecnologías en el mercado eléctrico, y ese tope está ahorrando entre el 15% y el 20% en los recibos de los consumidores del mercado regulado.

Le insisto: ¿debe aprobarse un tope similar para el combustible?Estamos estudiando medidas para impedir que el aumento de los márgenes pueda comerse ayudas como los 20 céntimos por litro.

¿Qué medidas?Lo estamos estudiando.

¿Es una condición indispensable una reforma fiscal completa para pactar los Presupuestos con el PSOE?Hace falta adoptar medidas que tengan carácter permanente y estructural y ayuden a corregir un problema de falta de recaudación, pero también de recaudación injusta, excesivamente sesgada sobre las rentas medias y bajas. Los beneficios empresariales tras la crisis del 2008 se han recuperado de forma muy clara, pero las bases imponibles del impuesto de sociedades siguen todavía hoy por debajo del nivel que tenían ese año.

Pero, ¿es una condición para los Presupuestos? Hasta ahora el PSOE se ha negado a una reforma fiscal completa.No concibo que alguien pueda negarse a solucionar un problema que tiene ya una década. Para nosotros es una prioridad, el balón está en el tejado del PSOE.

¿Cómo valora que Yolanda Díaz haya dejado caer que Sumar no estará listo para las elecciones municipales y autonómicas?Yolanda no solamente atesora una una gestión excelente a sus espaldas, sino que también tiene una capacidad política indudable y, por lo tanto, hay que darle tiempo y margen para que desarrolle su propio proceso. Podemos va a estar ayudando en este camino en todo lo que sea posible, y vamos a ir teniendo este debate y esta discusión de forma conjunta. 

¿Ustedes creen que Sumar tendría que estar ya en esos comicios antes de las generales?No voy a opinar yo sobre lo que debería hacer Sumar de cara a las elecciones autonómicas y municipales. Insisto, creo que tenemos que darnos el tiempo para tener estos debates de forma sosegada, y es lo que vamos a hacer en los próximos meses.

¿Considera que la destitución del líder del PCE, Enrique Santiago, como secretario de Estado de Agenda 2030 ha sido acertada?Tanto Enrique como el propio Ministerio de Derechos Sociales ya han dado las explicaciones convenientes sobre esta reestructuración. En todo caso, quiero dejar clara una cosa para que nadie tenga ninguna duda: Enrique Santiago no sólo ha sido un activo clave en el espacio de Unidas Podemos durante este tiempo, sino que lo sigue siendo, y lo seguirá siendo ahora desde el grupo parlamentario [de Unidas Podemos en el Congreso].

El propio Enrique Santiago decía al día siguiente de su cese que su relación personal con la ministra Ione Belarra sigue siendo buena, pero que la relación política entre Podemos e Izquierda Unida "todo el mundo sabe cómo está". Dígamelo usted: ¿cómo está esa relación?Yo creo que las relaciones se construyen paso a paso y, desde luego, nosotros tenemos con Izquierda Unida una relación sólida. E insisto: en esa relación, Enrique Santiago es una pieza fundamental, es un activo crucial y va a seguir jugando un papel esencial, ahora desde el grupo parlamentario.