Los trenes de alta velocidad (AVE) sufrieron en la tarde de este lunes amplios retrasos debido a una serie de incidencias en diferentes puntos de España, desatando momentos de desesperación entre los viajeros de las líneas que conectan Sevilla y Alicante con Madrid. La demora del primero, de hecho,  ha superado las cuatro horas por culpa de fallos mecánicos que provocaron detenciones en diferentes tramos.

Las incidencias en el servicio operado por Renfe comenzaron a las 15.00 horas en el tren con salida de Madrid y dirección Sevilla, que sufrió una avería nada más salir de la estación madrileña de Atocha obligándole a reiniciar todos los servicios del tren. El fallo, en principio solventado tras el reinicio -algo que le hizo perder 40 minutos-, volvió a darse a lo largo del trayecto en varias ocasiones. 

Así lo explican algunos de los viajeros, que aseguran que el tren ha "circulado y parado cada dos minutos", y que cada vez que se paraba se quedaban sin servicios como el aire acondicionado. Los afectados también señalan que en ningún momento se alcanzó la velocidad punta del tren, cercana a los 300 kilómetros por hora, y que tuvo que detenerse en Ciudad Real y en Córdoba.

El retraso causó un efecto dominó

El tren, que llegó a la capital andaluza a las 21:14 con tres horas y 40 minutos de retraso (su llegada estaba prevista para las 17.34) afectó también al tren que debía salir de la capital sevillana con destino Atocha a las 18:43, el AVE 02181, que a las 21.05 todavía no había iniciado el viaje.

Una situación similar ha ocurrido en las conexiones entre Alicante y Madrid, pues el tren que debía llegar a la capital española a las 20.25 no lo hizo hasta una hora después. Este retraso también se ha producido por una dilación previa del tren que debía llegar a Alicante desde la estación de Atocha.

Algunos de los pasajeros afectados en este trayecto cuentan a 20Minutos la tensión que se ha vivido en Alicante, cuya estación tiene una zona al aire libre donde han tenido que esperar cientos de personas en el día más caluroso del verano. Todo ello, sin una explicación. "La gente gritaba quejándose, había bebés llorando empapados en sudor porque hacía muchísimo calor donde estábamos. No han dado agua ni nada", cuenta Sara, una madrileña de 30 años que regresaba a casa desde Alicante. 

"Nadie nos ha informado de nada, ni por megafonía ni a través de las pantallas, y lo único que nos decían es que no sabían nada. Una hora después he recibido un email informándome del retraso que yo ya sabía porque lo estaba viviendo", cuenta sobre la falta de respuestas por parte de Renfe. 

Ante estos casos, Renfe ha señalado que los viajeros pueden solicitar la devolución correspondiente según la política aplicada en los retrasos en relación con su compromiso de puntualidad de trenes AVE.