Sánchez renovará su núcleo duro de Ferraz y los grupos de Congreso y Senado para preparar el ciclo electoral de 2023

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, en el Senado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, en el Senado.
Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, en el Senado.

Pedro Sánchez volverá a hacerlo. Acostumbrado a sacrificar a sus peones más cercanos si cree que ha llegado su momento, el presidente y secretario general de los socialistas afila ya la guillotina para cortar cabezas y encumbrar nuevos soberanos en Ferraz que logren rearmar al PSOE de cara al gran ciclo electoral de 2023, que comenzará con los comicios municipales y autonómicos de mayo y terminará con las generales a finales de año. El día marcado en rojo en el calendario es el próximo sábado, cuando está convocado un Comité Federal en el que se prevé una revolución en el partido, con los nombres del exlehendakari Patxi López y Pilar Alegría, ministra de Educación, cogiendo fuerza y el de Santos Cerdán, todavía secretario de Organización, en la casilla de salida.

El orden del día del máximo órgano del partido entre congresos ya avanza que será un día movido en la sede del PSOE, aunque fuentes cercanas a la organización avanzan que la cita podría no ser en Ferraz, sino en otra localización. El motivo es que el Comité Federal, al ser el ente supremo del PSOE, está formado por centenas de personas que podrían no caber en el espacio situado en la calle madrileña homónima. Así, está previsto que Sánchez tome la palabra para realizar un "análisis político", el primero ante el Comité tras la debacle de las elecciones andaluzas del 19-J y después de que las encuestas muestren cómo Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, se ha colocado en cabeza.

Justamente esos dos hechos, entremezclados con la poca eficacia en la comunicación de un Gobierno que ya ha aprobado más leyes que Mariano Rajoy cuando tenía mayoría absoluta, son los que han provocado que el presidente haya decidido dar un golpe de timón para intentar que el barco vuelva a salir a flote. El giro en el Ejecutivo ya se da por hecho, tras presentar la semana pasada en el Debate sobre el estado de la Nación una batería de medidas sociales que fueron interpretadas como un giro a la izquierda. El siguiente hito marcado en el calendario eran los cambios en el partido, previstos para antes de verano. Para después de agosto, es más que probable que lleguen los cambios en el Consejo de Ministros.

Pero en lo referido al partido, el secretario general de los socialistas quiere llegar al 1 de septiembre con su formación tensionada. Para ello, la salida de Adriana Lastra como número dos ha sido clave. La política asturiana comunicó el lunes su dimisión como vicesecretaria general. Adujo "motivos personales" debido a su embarazo, considerado de riesgo. Pero también había detrás causas políticas. Además de su pérdida de peso dentro de la formación y como consejera de Sánchez -a quien convenció para volver a dar la batalla después del motín de los barones en 2016-, también llevaba meses enfrentada con Santos Cerdán por el control efectivo del partido.

De momento él ha sobrevivido, pero parece que no lo hará durante mucho más tiempo. El diario El País adelanta este miércoles que Sánchez espera su dimisión antes del sábado para llegar con las manos libres al Comité Federal. Como sustituta, gana enteros la ministra de Educación. Y es que Alegría, que ha demostrado su valía como negociadora -la ley de Formación Profesional no salió sin votos en contra por un movimiento a última hora del PP-, ya ocupó la vocalía de Organización en la última Ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008.

También suena con fuerza el nombre de Patxi López, al que desde dentro de la formación definen como un "un hombre de partido" y del que dicen que "ha estado siempre". Su vuelta, pese a haberse separado de Sánchez tras la defenestración de éste como secretario general, podría ser un hecho, como la de Antonio Hernando. El que fuera el portavoz en el Congreso en 2016 quedó relegado tras traicionar a Sánchez en el fatídico Comité Federal del 1 de octubre, aunque ahora ha vuelto a Moncloa.

Asimismo, también se prevé que Sánchez acometa cambios en las portavocías. En la del partido está ahora Felipe Sicilia, un hombre de la confianza de Lastra y con futuro en el partido, aunque quizá no en ese puesto. En las Cortes, también podría haber sustituciones, pues Héctor Gómez, portavoz en el Congreso, y Eva Granados, en el Senado, no han terminado de despejar las dudas del presidente.

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