Estas vacaciones toca apretarse el cinturón para más de un tercio de los andaluces. La creciente inflación y la coyuntura económica negativa, así como las perspectivas para los próximos meses, han hecho que muchos replanteen sus días de asueto, además de afectar de manera importante a los hábitos de consumo.

Según el Barómetro Andaluz que publica la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Junta, un 13,1% de los 3.600 encuestados entre el 25 de junio y el 7 de julio, ha decidido no irse de vacaciones "debido a la situación económica". El 23% sí se irá de vacaciones, pero asegura que cambiará su destino precisamente por las circunstancias económicas. De este modo, hasta el 36% de los encuestados se ha visto afectado en sus planes veraniegos por el alza de precios. En cambio, un 28,9% afirma que mantendrá su "destino habitual" y un 31% señala que "no suele irse de vacaciones".

El repunte de precios está detrás de importantes cambios en los hábitos de consumo para la mayoría de los andaluces: el 44,9% ha limitado el uso de electrodomésticos en el hogar; el 25,1% gasta menos dinero en ocio y un 17,5% utiliza menos el coche para sus desplazamientos. Solo un 6,2% de los encuestados declara no sentirse afectado por la subida de precios.

Esta situación se traduce en planes de recorte en la economía doméstica de los andaluces en previsión de que la mala coyuntura siga presente los próximos meses. En caso de continuar la escalada de precios, un 38,3% prescindiría de ayuda en el hogar y hasta el 35,5% cree que no podrá llenar el depósito de su vehículo; un 22,3% opina lo mismo sobre el pago de suministros básicos y el 20,6% considera que no le alcanzará para pagar la hipoteca o el alquiler de vivienda.

Los precios elevados y la pérdida de poder adquisitivo se sitúa como segundo problema principal para los encuestados (10,4%) solo por detrás del paro y la falta de trabajo, que preocupan a un 55,1% de los andaluces.