Una nueva ola de calor llega este lunes a Italia producto de la llegada de masas de aire caliente procedentes del Sahara en lo que se prevé como "la semana más calurosa del 2022" en ese país.
Según los meteorólogos, se esperan picos de calor de hasta 42 grados en las regiones de la Llanura Padana, la Toscana, Umbría y el Lacio, en el norte y centro del país, que vive su mayor sequía en los últimos 70 años y que ha vuelto a causar un desprendimiento en los Alpes italianos.
El meteorólogo y fundador del portal ilMeteo, Antonio Sanò, ha advertido que "con el inicio de la semana, el anticiclón africano 'Apocalypse4800' se hará cada vez más fuerte y potente, lo que causará temperaturas récord en muchas ciudades".
Las zonas más afectadas serán la Llanura Padana, que se encuentra muy perjudicada por la extrema sequía del valle del Po, así como en Toscana, Umbría y el Lacio, con temperaturas que rondarán los 30 grados durante las noches, casi dos más que la media de otros años en esta temporada.
Las altas temperaturas llevan golpeando el país desde finales de mayo y proseguirán durante todo el mes de julio. El geólogo italiano Mario Tozzi en una entrevista al diario italiano La Reppublica, ha advertido que, a pesar de su mayor intensidad, esta ola de calor no es algo "excepcional", sino una realidad que demuestra que se está entrando en una "nueva era: la del fuego, la arena y el calor".
La situación de Italia por las altas temperaturas
La falta de precipitaciones que ha caracterizado este año en Italia también continuará. La situación ha provocado la peor sequía de los últimos años, con los principales lagos del país a niveles mínimos y con numerosas regiones limitando el uso del agua para la agricultura.
La asociación de agricultores Coldiretti ha subrayado que la sequía y las altas temperaturas han afectado al 70 % de las cosechas nacionales, causando pérdidas de hasta 3.000 millones de euros al sector agrícola.
"El cambio climático induce olas de calor, las sequías aumentan por nuestra excesiva extracción de agua. Los bosques se vuelven más secos, el fuego se propaga más fácilmente, durante más tiempo y a mayores distancias", ha señaalado Tozzi, en referencia a los incendios, que se han duplicado respeto la media de las últimas dos décadas.
El mapa meteorológico de este lunes sitúa el cero térmico en los 4.800 metros de altura, por lo que las temperaturas en negativo no se verán en ninguna parta de la península, tampoco en las zonas más altas de los Alpes italianos como en el Mont Blanc, donde se registrarán máximas récord de hasta 10 grados.
Esto tiene un efecto directo en los glaciares alpinos, que no solo pueden comenzar a derretirse, sino derivar en desastres como el reciente desprendimiento de una parte del glacial de la Marmolada, en los Dolomitas, Alpes italianos, que causó 11 víctimas mortales.
De hecho, este domingo se registró un nuevo desprendimiento, el de una placa de hielo que dejó una grieta de unos 200 metros de ancho y 35 de profundidad que no causó heridos gracias a que la zona se mantiene cerrada al público mientras los científicos analizan la actividad de los glaciares.
Los expertos calculan que el verano de este año superará las temperaturas del 2003, cuando Italia estuvo sumida en uno de los verano más calurosos de su historia.
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