Ana Luque es la última expulsada de Supervivientes 2022, a pesar de que continúa en Honduras, y este domingo 17 de julio desveló en Conexión Honduras todas las secuelas que está sufriendo por la pérdida de peso.
La andaluza creía que había perdido entre 4 o 5 kilos, ya que cuando partió rumbo a la isla lo hizo con un índice de grasa considerablemente bajo. Pero, sus cábalas fueron erróneas, ya que perdió 6,9 kilos, dato que conoció durante la retransmisión del espacio.
Presa del asombro, Ana Luque comenzó a mirarse en el espejo y gritar: "¡Qué tipón! Parezco una niña, he perdido las caderas, el culo... Voy a tener que hacer muchas sentadillas".
A pesar de la euforia que vivió por la perdida de peso, la malagueña confesó los problemas que el acarreó, a nivel físico, su paso por la isla: "Lo peor que he llevado estos días es comer. He comido y se me inflama la barriga muchísimo. Me da unos dolores que casi me muero. Eso ha sido horrible".
El sueño es un aspecto sobre el que Ana también confesó que Honduras hizo mella: "Apenas he podido dormir 5 horas en estos días, estoy muy nerviosa". También lo es la higiene: "Me baño de 5 a 6 veces al día".
"Me he empoderado en este programa, me siento una mujer nueva. ¡Valgo mucho!", gritó eufóricamente Ana Luque momentos antes de despedir la conexión con Ion Aramendi, presentador del programa.
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