Ana Obregón lleva varios meses asentada en su casa de Mallorca, la cual es para ella su refugio más personal e íntimo. Ubicada en uno de los acantilados de la Costa de los Pinos, la actriz se trasladó allí en mayo para reunir fuerzas y terminar de escribir el libro que dejó a medias su hijo, Aless Lecquio, antes de su fallecimiento.

Por todos los buenos y bonitos momentos que ha vivido en ella y que le vienen a la cabeza al estar allí, ha decidido quedarse todo el verano en esta casa familiar y disfrutar del verano sin olvidarse de los que ya no la pueden acompañar.

Esta mansión fue construida por Antonio García Obregón, el padre de la modelo, durante los años 60. Cuenta con 8.000 metros cuadrados de terreno, de los cuales 1.000 fueron destinados a la vivienda. 

El interior se distribuye por amplias zonas comunes como son el salón, el recibidor y la cocina, y nada más y nada menos que siete dormitorios individuales, cada uno con su propio cuarto de baño e increíbles vistas al mar. 

Así lo ha mostrado Ana Obregón en sus publicaciones de Instagram. La decoración es sencilla pero acogedora, y su habitación está amueblada por una cama, una mesilla de noche donde reposa una fotografía de ella con su hijo, un mini sofá y una mesa redonda que utiliza para trabajar. Asimismo, la colaboradora no necesita mucho más, puesto que para ella lo más importante son los recuerdos.

Lo que más destaca de esta residencia vacacional es la amplia terraza situada en la planta baja. Con más de 250 metros entre los que se incluye una gran piscina con vistas panorámicas, es la zona donde la bióloga disfruta de la más pura tranquilidad que necesita en estos momentos de su vida. 

Esta parte de la casa también cuenta con una zona comedor, un cenador, un solarium y un chill out para relajarse mientras escucha la brisa y las olas del mar.

En esta estancia ha disfrutado de muchos momentos con su hijo, pero también con su padre, del cual ha podido disfrutar de su presencia durante unos días. "Aunque sé que por dentro tú echas infinitamente de menos al amor de tu vida y yo al mío, no nos decimos nada. Solamente nos abrazamos mirando a ese mar Mediterráneo que un día nos hizo tan felices", le dedica en sus redes sociales.