El viento y las elevadas temperaturas activaron en las últimas horas varios frentes de incendios en el centro y sur de Portugal, que este miércoles amaneció con la primera víctima mortal de esta ola de fuegos, una mujer que pereció carbonizada en un campo de maíz.

La víctima, una mujer de unos 50 años, fue encontrada durante la madrugada por los bomberos en Murtosa (Aveiro, próximo a Oporto), tras una alerta por un incendio en una zona de cultivos de maíz, según adelantó la web del Correio da Manha.

La Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEP), estima que cerca de 1.400 efectivos trabajan en la extinción de 11 incendios en todo el país, aunque el centro y el Algarve (sur) son las zonas más castigadas hoy.

En la región de Pombal (Leiria, centro), cientos de personas han sido desalojadas y más de 300 bomberos combaten el fuego, que ha alcanzado a huertos y viviendas.

En Faro (Algarve), las llamas consumen una zona de pasto próxima a la universidad y cerca también del Festival de Motos convocado para esta semana, que ha tenido que ser trasladado para evitar riesgos.

También en el Alentejo, donde se esperan récords inéditos de temperatura en las próximas horas, cerca de un centenar de bomberos se moviliza para atajar un incendio próximo a Montemor.

Las llamas han arrasado más de 5.500 hectáreas en los últimos días en Portugal, que se encuentra en alerta roja y ha declarado el estado de contingencia, que implica reforzar los equipos de extinción, prohibir la quema de rastrojos, el uso de pirotecnia, de maquinaria en el bosque y de actividades en áreas forestales.

Las altas temperaturas provocadas por una ola de calor procedente de África, el viento y la sequía que castiga a buena parte del país, han creado en Portugal una "tormenta perfecta", advertía hoy a la cadena CNN Pedro Miranda, profesor de Meteorología.