Quien viva fuera de las áreas metropolitanas de Madrid o Barcelona difícilmente llegará a disfrutar de los abonos gratuitos de Renfe que el Gobierno pondrá en marcha a partir del próximo 1 de septiembre y hasta fin de año. El Ministerio de Transportes confía en que lleguen a beneficiarse de esta medida 75 millones de viajeros, de los cuales, la inmensa mayoría vivirán previsiblemente en estas dos provincias, que suponen solo un 25% de la población de España.

Las razones son sencillas. La gratuidad del transporte solo se aplicará a los abonos en trayectos de Cercanías y a la media distancia convencional (la alta velocidad quedará fuera). Además, entre estos dos recorridos el protagonismo es casi absoluto para la corta distancia. Según datos del Observatorio del Ferrocarril, en 2019 estas dos modalidades movieron a 467 millones de viajeros, de los cuales el 95% lo hicieron en Cercanías y apenas un 5% restante en media distancia convencional.

Si se tiene en cuenta que solo existe Cercanías en trece provincias españolas y que buena parte de los desplazamientos de media distancia se concentran también en torno a Madrid y Barcelona, tres de cada cuatro provincias sentirán un impacto casi nulo de la medida. 

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En cualquier caso, más allá de las dos grandes capitales provinciales, las áreas metropolitanas donde sí opera la corta distancia apenas notarán el efecto tampoco. No en vano, el 84% de los viajeros de Cercanías se reparten en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Especialmente en la capital nacional, que aporta el 57% de todos los usuarios de este servicio. Si se tiene en cuenta también la media distancia, estos dos núcleos concentran a más del 83% de la población que podría beneficiarse potencialmente de la gratuidad.

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Con un protagonismo abrumadoramente menor aparece el área metropolitana de Valencia, que engloba al 3,6% de los beneficiarios potenciales de todo el país; el núcleo de Málaga, con un 2,7%; y los de Bilbao y Sevilla (2,3%) o el de San Sebastián (1,3%). 

Además, dentro de la corta distancia habrá otros seis pequeños núcleos que notarán de forma muy residual la medida. Se trata de los viajeros del servicio de Ancho Métrico, que supusieron apenas un 1,3% de los usuarios de Cercanías en 2019. Esta media docena de servicios se reparten entre Galicia, Asturias, León, Cantabria, País Vasco y Murcia.

En todo caso, si las cifras que maneja el Ministerio de Transportes (75 millones de usuarios) finalmente se materializan, el 16% de los viajeros que empleen estos servicios entre septiembre y diciembre no pagarán nada por sus desplazamientos de media y corta distancia.

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Otra de las razones que explican por qué millones de españoles no podrán disfrutar la gratuidad tiene que ver con la forma de moverse. Según datos del INE, en 2019 solo el 45% de los desplazamientos interurbanos se produjeron en ferrocarril, frente a un 52% en autobús y un 3% restante en avión.

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Un coste de 200 millones y solo para abonados

La gratuidad del Cercanías y la media distancia costará a las arcas públicas unos 200 millones de euros los cuatro meses que estará en vigor, según informó el miércoles la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Solo podrán beneficiarse de esta medida los usuarios de billetes multiviaje de media distancia, Cercanías o Rodalies en Cataluña, por lo que quedarán excluidos los títulos de los consorcios de transporte regionales. 

Además, conviene recordar que el Gobierno ha puesto en marcha un fondo de otros 200 millones de euros para que los ejecutivos autonómicos puedan bonificar hasta un 30% los servicios de metro y autobús regionales. Un porcentaje que podrán ampliar hasta el 50% si aportan fondos propios.