"La tormenta perfecta": la histórica sequía del norte de Italia pone en riesgo la producción de aceite, arroz de risotto... y energía 

De enero a mayo, en Italia llovió la mitad que la media de los últimos 30 años.
De enero a mayo, en Italia llovió la mitad que la media de los últimos 30 años.
RAI
De enero a mayo, en Italia llovió la mitad que la media de los últimos 30 años.

Como el resto de Europa, Italia tambien mira con preocupación al otoño y más ahora que Rusia le ha cortado el suministro de gas. Pero el país ya capea este verano con otro problema de grandes dimensiones y consecuencias, y de difícil solución: la sequía.

Ya vimos en junio que la sequía amenazaba a toda su agricultura de Italia y había 'secado' sus históricas fuentes. Ríos como el Po o el Tíber y el lago de Como se estaban quedando sin agua. De esa sequía puede también hablar España: los embalses están por debajo del 45%, 20 puntos menos que la media de los últimos 10 años.

Pero en Italia hablamos esta vez del norte del país, la parte más desarrollada y que no está acostumbrada a sufrir la falta de agua. De hecho, aquí no disponen de los sistemas de riego del sur que aprovechan al máximo cualquier metro cúbico de agua. En julio, las cosas han ido a peor. Tanto que ahora mismo peligra el suministro -al menos para la exportación- de aceite de oliva, de concentrado de tomate o de arroz.

La peor sequía en 70 años

Según datos del Consiglio Nazionale delle Ricerche, de enero a mayo de 2022 llovió en Italia la mitad que la media de los últimos 30 años, y el déficit se elevó al 60% en las regiones del norte. Es la peor sequía en 70 años en el norte de Italia.

El norte no está acostumbrado a la sequía y no cuenta con los sistemas de riego del sur

"Es la tormenta perfecta. Un 70% menos de nieve durante el invierno, cuatro meses sin lluvia y temperaturas 3 o 4 grados por encima de la media", explica a Euronews Meuccio Berselli, de la Autoridad de la Cuenca del Po. Coldiretti, el mayor sindicato agrario italiano, asegura que la sequía amenaza a más del 30% de la producción agrícola del país y a la mitad de las explotaciones del valle del Po.

Tan mala es la situación que el pasado 4 de julio, el Gobierno de Mario Draghi declaró el estado de emergencia por escasez de agua en las regiones de la cuenca del Po y de los Alpes Orientales: Piamonte, Lombardía, Véneto, Friul-Venecia Julia y Emilia-Romaña.

En muchas de estas zonas los agricultores están regando con agua procedente de camiones cisterna. La reducción de los rendimientos de producción de los cultivos de campo, como el trigo, ya ha bajado un 15% este año. Y en el valle del Po, cuna del arroz utilizado en el risotto, los productores advierten de una "reducción significativa" del rendimiento de las cosechas este año.

El mayor sindicato agrario italiano asegura que la sequía amenaza a más del 30% de la producción agrícola del país

Kyle Holland, analista de un grupo de investigación de mercados, cita fuentes de los mercados agrícolas que sugieren que la producción italiana de aceite de oliva podría ser entre un 20% y un 30% inferior a la del año pasado. En declaraciones a The Guardian habla de una "reducción sustancial de la oferta mundial" de este aceite y cita que esa misma sequía podría reducir la cosecha también en España (hasta en un 15%).

La oferta mundial de aceites de cocina se ha visto reducida por la guerra en Ucrania, un importante productor de semillas y aceite de girasol, y por las dificultades de la cosecha de aceite de palma en el sudeste asiático. En Italia, el precio del aceite de oliva virgen extra ya ha subido un 28% con respecto a hace dos años.

En peligro, también la energía hidráulica

Y junto al aceite, también el arroz y los tomates. Según Holland, su precio ya se ha duplicado en los últimos dos años. En el caso del arroz -los italianos no quieren producto extranjero para hacer sus risotto-, se espera que suba al menos un 20% para la cosecha que se recogerá en octubre.

La peor sequía en 70 años también está poniendo en peligro el funcionamiento de las centrales hidroeléctricas de Italia. De las montañas baja muy poca agua, lo que pone al límite el nivel de los embalses y en riesgo la capacidad de estas centrales de generar electricidad.

Sólo en el mes de mayo, antes incluso del verano, la ausencia de agua ya supuso pérdidas en la producción de energía de hasta un 40%, según dato proporcionado por el ministro de Transición Ecológica, Roberto Cingolani. La energía hidráulica supone en el país transalpino el 40% de su producción de energía verde.

Será un problema para nosotros, pero aún mayor para otros países europeos"

En ese contexto, Rusia cortó el gas el pasado 11 de junio a Alemania, Italia y Austria. Sí, es por trabajos de mantenimiento de las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 del mar Báltico, pero los italianos también se temen que el suministro no se restablezca, por la guerra en Ucrania.

Si Rusia cierra el grifo por completo, "será un problema para nosotros, pero aún mayor para otros países europeos" menos equipados que nosotros, ha declarado Cingolani a SkyTg24.

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