Los padres de Marta del Castillo, Eva Casanueva y Antonio del Castillo, han decidido vender el domicilio donde su hija fue asesinada el 24 de enero de 2009. Así lo ha anunciado en su cuenta de Twitter el progenitor de la joven este lunes. Su intención siempre fue cederle el piso a su asesino, Miguel Carcaño, a cambio de una confesión sobre la ubicación del cuerpo.
La proposición de este inmueble como regalo, situado en el número 78 la calle León XIII de Sevilla capital, ni siquiera recibió contestación de la otra parte, como ha publicado el diario ABC Sevilla. Después de esperar desde el verano pasado, los padres de la joven han desistido en su esperanza de lograr convencerle y se han deshecho del piso; en el mensaje difundido por la red social, también ha agradecido a los agentes inmobiliarios la atención prestada en esta operación.
*Quisiera con estas líneas agradecer la atención, colaboración y profesionalidad prestada por TECNOCASA Estudio Pio XII-Cruz Roja y Estudio Arroyo-San Carlos en la gestión e intermediación de la venta del inmueble de León XIII. Un fuerte abrazo a Miguel, Enrique y Carlos.*
— Antonio del Castillo (@kastillo62) July 11, 2022
El piso perteneció a Carcaño -actualmente cumpliendo la pena que le impusieron de 21 años y tres meses en la prisión de Herrera de la Mancha-, pero fue embargado por impagos de la hipoteca. La casa paró a caer en manos de la inmobiliaria, que no pudo darle salida hasta que el verano de 2021 los padres de la víctima lo adquirieron.
Durante este periodo, la donación de la propiedad ha sido la moneda de cambio que le han presentado al asesino de su hija; la única e inevitable premisa era conducirles hacia el cadáver para, después de 13 años, poder "recuperarla y enterrarla".
"Si estás dispuesto a colaborar con la ubicación mándale una carta a mi abogada y preparo el documento de donación. Eso sí, con la intención de que esta proposición no se eternice en el tiempo voy a poner un plazo límite: 31 de agosto del presente año 2021 . Piensa en nosotros y piensa en tu futuro, nos podríamos apoyar mutuamente", reproducía la carta. Sin embargo, pese a postergarse con amplitud el plazo para dar su testimonio, éste nunca salió de boca de Carcaño.
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