Ribera pide "prudencia" en la ola de calor con el aire acondicionado ante una nueva subida de la luz y el riesgo de desabastecimiento

Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.
Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.
Julio Muñoz / EFE
Unas turistas se refrescan en una fuente de agua junto a la Catedral de Sevilla.

Llega la segunda ola de calor del verano de 2022, que además de situar los termómetros en valores extremos puede tener consecuencias para la salud, para los montes y, también, en el recibo de la luz. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha pedido este lunes que los ciudadanos extremen la precaución para no verse afectados por las altas temperaturas, para evitar incendios como los de hace un mes y también a la hora de consumir energía, dado el aumento del uso de aire acondicionado llevará previsiblemente a una nueva subida de la luz.

Ribera ha recordado "lo obvio" durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros sobre una nueva ola de calor, relativo al cuidado que deben tener los ciudadanos, sobre todo los más pequeños y los más mayores, para no verse afectados por las altas temperaturas, y también la precaución "extrema" que deben tener para que no se declaren incendios como el que hace dos semanas hizo arder la Sierra de la Culebra, en Zamora.

Sin embargo, ha introducido de forma más novedosa el factor de ahorro energético, en un momento en el que los precios de la electricidad están disparados y la UE se enfrenta a un posible corte de gas desde Rusia de cara al invierno. La Comisión Europea presentará el 20 de julio su plan para ahorrar energía y el Gobierno prepara también el suyo propio.

"Iniciamos una segunda ola de calor, la segunda en menos de un mes con más de cinco días de duración y con valores persistentes de temperaturas altas de día y de noche", ha advertido Ribera que tras pedir a los ciudadanos que sean "cautos con su propia salud" y "extremar la cautela frente al riesgo de incendios", ha lanzado la petición sobre energía.

Uso prudente de la energía

Ha apelado al "uso prudente de energía". "Normalmente [en las olas de calor] se produce un aumento muy notable de la demanda eléctrica y coincide con dificultades de generación fotovoltaica", ha apuntado. Esto es justo lo que ocurrió hace un mes, cuando el estreno del límite al precio del gas coincidió con circunstancias provocadas por aquella ola de calor que hicieron que, por ejemplo, el primer día de la puesta en marcha de la "excepción ibérica" se saldara con la luz 10 euros más cara que el día anterior.

Aquellos días de mitad de junio se unieron factores externos como la avería en una fábrica de gas natural de Estados Unidos que lo encareció todavía más con una ola de calor en España que disparó el consumo de energía por el aire acondicionado, sin apenas posibilidad de recurrir a la energía eólica porque no había viento y a la solar, por la calima que hubo en parte del país.

Estas circunstancias podrían volver a darse en los próximos días y se unen a la imperiosa necesidad de reducir el consumo de energía que recorre Europa y que ha llevado a Alemania a elevar el nivel de riesgo y a recurrir al carbón y a la UE en general a temer que el próximo invierno no haya energía para todas sus necesidades.

Ante esta situación, el Gobierno ha mantenido que el problema al que se enfrenta España es de precio, por una energía cara, que de posible desabastecimiento, aunque hace dos semanas tanto Ribera como el presidente, Pedro Sánchez, elevaron el nivel de la advertencia para apuntar que también aquí y no solo en el centro y este de Europa podría haber problemas para tener energía suficiente y que quizá habría que elegir entre suministrar a la industria o a los hogares.

La vicepresidenta tercera ha desandado un poco este camino y este lunes ha afirmado que situaciones como la de Alemania -que durante 10 días no recibirá gas ruso por unas obras de acondicionamiento del gaseoducto NordStream ante las que la UE contiene la respiración para que se retomen y no se interrumpan indefinidamente- es distinta a la de España.

"No es la situación de España, lo hemos dicho en reiteradas ocasiones", ha dicho, debido a que España tiene más diversificados sus proveedores de gas y al "máximo histórico" que hoy alcanzan sus almacenes de gas, al 72% los subterráneos y al 80% los que regasifican el gas natural licuado en las plantas de los cinco puertos que tienen una. Los Veintisiete han acordado llegar al 90% para el 31 de octubre.

Plan de ahorro

De momento, ha afirmado que los operadores de energía están en "tranquilidad relativa" y que llamamientos como reducir el consumo forman parte de "impulsar el uso más inteligente posible de la energía", de "cómo podemos impulsar el ahorro y la eficiencia" y también por una cuestión de "solidaridad", ante la eventualidad de que España tenga que prestar energía a otros países de la UE este invierno.

Según ha dicho, cuando conozca el plan de Bruselas para que ciudadanos e industria europea reducan el consumo de energía, el Consejo de Ministros aprobará un plan nacional que tendrá en cuenta las recomendaciones de la Comisión, la posibilidad de sustituir el gas por otros combustibles, pasar más rápidamente a las renovables y "preguntarnos de qué manera se pude contribuir a ayudar a nuestros vecinos".

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