La Guardia Civil y la Policía Nacional han desmantelado una macroplantación de marihuana en Vilassar de Mar (Barcelona). Se trata de la mayor partida de esta sustancia de España, con más de seis toneladas intervenidas y cinco personas arrestadas por un presunto delito contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. 

La investigación se inició en marzo de 2021, cuando se tuvo conocimiento de una parcela de 32 hectáreas, aparentemente dedicada al cultivo industrial legal. La plantación no tenía ningún permiso y se dedicaba en realidad al cultivo de plantas para obtener cogollos y, posteriormente a empaquetarlos para venderlos en el mercado negro.

En esta plantación habían colocado carteles y logotipos de diferentes administraciones públicas de Cataluña para fingir que se dedicaban a una actividad lícita que realizaban con total impunidad desde 2018.

Una vez identificados los responsables de la plantación, junto con el resto de indicios, se solicitó la orden de entrada y registro. Como resultado, los agentes detuvieron a los cinco encargados de la plantación como presuntos autores de un delito contra la salud pública y de un delito de defraudación de fluidos eléctricos y análogos.

En total se han intervenido más de seis toneladas de marihuana, entre ellas 3,5 toneladas de cogollos envasados al vacío. Se trata de la mayor cantidad de marihuana intervenida en el Estado y, en cuanto a los cogollos, de la partida más grande de Cataluña y de la segunda en todo el territorio nacional.

Además, dentro de la sustancia vegetal también se intervinieron 305 kilos de polen de marihuana y 422 kilos de marihuana. En la misma finca se dedicaban a prensarlo y a compactarlo para la fabricación de tabletas de hachís, localizando en este registro 17 kilos de esta sustancia.

Más de 100.000 plantas 

Por otra parte, se han hallado más de 100.000 plantas de marihuana, de las que unas 2.000 eran plantas madre de grandes dimensiones. Los responsables de la plantación habían instalado un sofisticado sistema de seguridad mediante más de un centenar de cámaras dotadas con funciones de última generación para detectar cualquier movimiento.

Estas enviaban imágenes en un centro de control con cuatro monitores de televisión con vigilancia durante las 24 horas . También disponían de maquinaria muy especializada que usaban para el cultivo, recolección y empaquetado de marihuana, así como para la producción, prensado y empaquetado de hachís.

Fraude eléctrico

La plantación de marihuana estaba conectada de forma clandestina al fluido eléctrico. En la finca se personaron inspectores de la empresa eléctrica, comprobando que existían dos conectores fraudulentos a la línea general. Se trata del fraude eléctrico más importante detectado por esta empresa en una plantación de marihuana, superando los dos millones de kilovatios/hora y el millón de euros de perjuicio económico.

Además de la sustancia estupefaciente, la policía ha confiscado dos armas de aire comprimido, un arma blanca, dos armas de electrochoque y aerosoles de pimienta. También ha intervenido 5.385 euros en efectivo y una gran cantidad de material informático y audiovisual.