Boris Johnson acepta dejar de ser el líder 'tory' pero designa un nuevo Gobierno y seguirá como primer ministro hasta otoño

El primer ministro británico, Boris Johnson, en su residencia de Downing Street.
El primer ministro bitánico, Boris Johnson, en su residencia de Downing Street.
EFE
El primer ministro británico, Boris Johnson, en su residencia de Downing Street.

La cascada de dimisiones de 57 miembros del Gobierno británico, como protesta hacia la gestión y los escándalos del primer ministro Boris Johnson, han terminado logrando su objetivo: provocar la caída de un líder que se ha aferrado al poder mucho más tiempo del que parecía posible. 

Menos de 24 horas pasaron desde que el primer ministro británico confirmó que seguía al frente del Gobierno para "luchar" su permanencia en la noche del miércoles, hasta que anunció su adiós a Downing Street al mediodía de este jueves. Eso sí, una renuncia que llega con ‘condiciones’ y después de desoír a sus colegas de Gabinete que le instaban -más allá del grueso número de dimisiones- a encontrar una salida digna. 

"Está claro que la voluntad del Partido Conservador en el Parlamento es que debería haber un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro". Estas fueron las palabras con las que reconoció, en un mensaje a la nación desde la puerta de su residencia oficial rodeado de los suyos, que sus días como cabeza del Gobierno habían llegado a su fin.

Boris Johnson ha accedido a dimitir como líder de los Tories.

A la vez, esa misma frase inauguró el proceso de reemplazo que contará con la presentación de un calendario definido la próxima semana, tal y como el propio Johnson recalcó instantes después. Eso sí, tampoco se olvidó de subrayar que, hasta que el momento que se consolide el nuevo nombre como primer ministro, él seguirá al frente del Gobierno de forma interina, pese a que son muchos dentro y fuera de su partido que le reclaman que se marche ya. 

En este periodo -previsiblemente de varios meses- de interinidad, Johnson se limitará a centrarse "en la agenda por la que este Gobierno fue elegido", sin implementar nuevas políticas ni grandes cambios de dirección. En esta situación se mantendrá, según sus cálculos, hasta comienzos de octubre, pretende tener un sucesor antes del congreso anual de los conservadores previsto para entonces.

Las 'últimas' horas de Boris al mando

Antes de la conversación definitiva con el presidente del influyente Comité 1922, Graham Brady (líder del grupo de diputados conservadores sin cartera) para acordar su reemplazo, Johnson se mantuvo fiel a su estilo tratando de convencer a los miembros del Gobierno de que sería "extravagante" cambiar a un Gobierno que "estaba consiguiendo tanto"

Sin embargo, el vertiginoso ritmo al que se ‘caían’ sus apoyos superaba ya el suyo para reponerlos, algo que hizo hasta instantes antes de anunciar el inevitable adiós. Así, a última hora eligió Greg Clark como nuevo ministro de Cohesión Territorial tras el despido de Michael Gove, a James Cleverly como titular de Educación y a Kit Malthouse como responsable del ministerio del Gabinete.

Entre las ‘bajas’ de estos días destacaron las renuncias del martes de Rishi Sunak y Sajid Javid, titulares de Economía y Sanidad, respectivamente, dos nombres clave que anunciaban la irremediable caída de Johnson. Finalmente, un total de seis miembros del Consejo de Ministros, 22 secretarios de Estado, 22 secretarios parlamentarios, cuatro enviados de comercio y tres vicepresidentes del Partido Conservador terminaron lapidando las aspiraciones de 'supervivencia' del líder de los Tories.

¿Una 'falsa' despedida?

El anuncio de su abandono no sirvió para calmar las agitadas aguas en las que se mueve la política británica. Diputados conservadores y figuras del partido como el ex primer ministro John Major se manifestaron en público para reclamarle que saliera este mismo jueves de Downing Street.

Por su parte, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, amenazó con presentar una moción de censura en el Parlamento contra él si no deja el cargo de inmediato en manos de otra persona.

Incluso no faltó quien considera que la marcha diferida de Johnson no es más que una estrategia más para ganar tiempo y aferrarse al poder. El antiguo superasesor del primer ministro y ahora su enemigo acérrimo, Dominic Cummings, escribió en Twitter que, como buen conocedor de su exjefe, Johnson "no piensa que esto haya terminado" y que si "los diputados lo dejan en su sitio, habrá una carnicería".

Precisamente para subrayar sus intenciones, utilizó las horas previas a su anuncio para cubrir las vacantes ministeriales que se han producido en su equipo en las últimas 48 horas, desde que los titulares de Economía, Rishi Sunak, y Sanidad, Sajid Javid, le propinasen la estocada mortal al dejar el gabinete.

10 posibles sustitutos

Desde hoy comienza un proceso de sustitución en el que los aspirantes al cargo deben manifestar su intención de sustituir a Johnson siempre que cuenten con el respaldo de al menos ocho diputados conservadores. Y las quinielas señalan ya a diez personas que podrían ocupar el puesto de primer ministro.

Por el momento, dos políticos conservadores se han postulado ya públicamente como candidatos, la fiscal general Suella Braverman (abogada general del Estado) o el diputado Steve Baker (Diputado y presidente adjunto del Grupo de Recuperación de la Covid-19). Sin embargo, otros pesos pesados del Gobierno suenan como posibles aspirantes a reemplazar al primer ministro en el cargo los últimos tres años. 

Entre ellos figuran: Liz Truss (actual ministra de Asuntos Exteriores), Rishi Sunak (el exministro de Economía, que dimitió este martes), Nadim Zahawi (titular de la cartera de Economía, en sustitución de Sunak), Jeremy Hunt (presidente de la comisión parlamentaria de Sanidad y exministro de Exteriores), Sajid Javid (quien renunció el martes a la cartera de Sanidad), Penny Mordaunt (exsecretaria de Estado de las Fuerzas Armadas), Tom Tungendhat (diputado y exsoldado crítico con cómo gestionó el Gobierno la crisis de Afganistán) y Ben Wallace (ministro de Defensa leal a Johnson).

Johnson, orgulloso de sus logros y sin autocrítica

También dijo en su discurso sin autocrítica que se siente "inmensamente orgulloso" por los logros de su Gobierno, como el Brexit, la crisis de la pandemia y hacer frente a la agresión rusa en Ucrania. "Ser primer ministro es una educación en sí misma. He viajado por cada lugar del Reino Unido y he encontrado que mucha gente tenía una originalidad sin fronteras y estaba dispuesta a hacer frente a viejos problemas de distinta manera", añadió Johnson.

El todavía primer ministro cree que ahora habrá mucha gente que se sienta "aliviada", pero también muchos que se sientan "decepcionados", pero "así es la vida". "Incluso si las cosas pueden a veces parecer oscuras ahora, nuestro futuro juntos es dorado", añadió.

En su breve discurso, Johnson agradeció a todos los votantes británicos que le dieron su apoyo en los comicios generales de 2019 y lamentó no poder cumplir con sus promesas electorales. 

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