Historia del debate de la nación: 25 pugnas, doce contendientes y frentes como el paro, la corrupción, ETA o la permanencia en la OTAN

En 1983 Felipe González inició la tradición del debate del estado de la nación en el Congreso de los Diputados
En 1983 Felipe González inició la tradición del debate del estado de la nación en el Congreso de los Diputados
CREATIVIDAD: Carlos G. Kindelán / FUENTE: BVPB
En 1983 Felipe González inició la tradición del debate del estado de la nación en el Congreso de los Diputados

Los próximos martes, miércoles y jueves, 12, 13 y 14 de julio, el Congreso de los Diputados auspiciará la celebración del vigesimoquinto Debate sobre el estado de la Nación, la cita parlamentaria por excelencia desde que el expresidente socialista Felipe González la instaurara como costumbre allá por 1983. De ese tiempo a 2015, se había celebrado anualmente, con excepción de los años electorales y la inédita decisión que tomó Mariano Rajoy al no convocarlo en 2012. Los últimos siete años, en cambio, con el popular al frente del Gobierno, primero, y, desde la moción de censura, con Pedro Sánchez en el cargo, el clásico debate no ha vuelto a oficiarse. 

La de esta semana será, por tanto, la primera vez que Sánchez se enfrente a un Debate del estado de la Nación como presidente, pues antes lo hizo en calidad de jefe de la oposición. Con Alberto Núñez Feijóo en la bancada contraria, ya son 12 los contenientes que han protagonizado estos duelos, si bien será Cuca Gamarra, secretaria general del PP, quien dé la réplica al líder del Ejecutivo, pues Feijóo no ostenta el cargo de diputado, sino de senador.

El formato del debate no está recogido en la Constitución ni tampoco en el Reglamento del Congreso, pues depende en exclusiva de la voluntad del presidente del Gobierno. Es más, si el mandatario de turno decide no enviar la pertinente comunicación a la Cámara Baja para solicitar el debate, su convocatoria no se celebra.

González estrenó la tradición en febrero de 1983, cuando el puño y la rosa  aglutinaban amplias mayorías en las Cortes y el sevillano hacía menos de un año que se había mudado a vivir al palacio de La Moncloa. El 'debate de la situación general de España', como se bautizó en su origen, emulaba las míticas comunicaciones presentadas al Parlamento por el Gobierno de  UCD durante la primera legislatura democrática en la Transición. Y en sus albores, priorizaba la exposición política y las contraposición de ideas. Con el paso de los años, y los debates, su noción ha ido variando hasta convertirse en escaparte para el anuncio de medidas y la promesa de  iniciativas. 

Aunque ya existieran instrumentos de control en el Parlamento -preguntas, interpelaciones, proposiciones de ley y no de ley-, la  celebración  de un debate de 'política general' suponía, en puridad, que por primera vez en España el Ejecutivo tuviera que rendir cuentas en su conjunto sobre su labor ante la sede de la soberanía popular. Y su sola  convocatoria ya era un éxito al margen del contenido que tratara. Según Gregorio Peces-Barba, entonces presidente del Congreso y uno de los 'padres' de la Constitución, Manuel Fraga y Felipe González se reunieron hasta "tres o cuatro veces" en su presencia para "establecer las reglas". 

El líder del PSOE Felipe González (i) y  su homólogo de Alianza Popular Manuel Fraga (d) se enfrentaron en los tres primeros debates
El líder del PSOE Felipe González (i) y su homólogo de Alianza Popular Manuel Fraga (d) se enfrentaron en los tres primeros debates
FUENTE: BVPB
  • Segunda legislatura (1983, 1984, 1985): "Me complace comparecer para abrir un debate que significa también una nueva experiencia". Así daba comienzo Felipe González el primero de las tres disputas que enfrentaron al flamante presidente con Manuel Fraga, a la sazón cabeza visible de Alianza Popular. El discurso de González se extendió durante casi dos horas (los de la actualidad no suelen sobrepasar los sesenta minutos) y se centró en cuatro apartados bien diferenciados: economía, desarrollo autonómico, terrorismo y retos internacionales. 

Como curiosidad, en el terreno económico, el presidente puso mucho énfasis en la lucha contra la inflación, imponiéndose como ambicioso objetivo reducirla a un 12%. El sevillano desplegó sus dotes retóricas frente al escrutinio de la oposición, que, por boca del gallego, lanzaría una dura diatriba: "Poco mensaje y mucho metraje".

"España ha consolidado sus instituciones democráticas", González (1985)

Las siguientes ediciones se celebrarían sin grandes contratiempos. El jefe del Ejecutivo insistiría "en permanecer en la OTAN y eliminar las bases de los Estados Unidos", mientras que Fraga, en mitad de un amplio debate sobre la reconversión industrial, aseveró que "los socialistas están arruinando España y pretenden destruir la familia y la empresa". Lo más destacado del debate de 1985 sería una declaración de González: "España ha consolidado sus instituciones democráticas". Y otra de Adolfo Suárez, que desde la oposición en CDS, le devolvió a González su propio consejo diciendo:

"Salga de La Moncloa, baje a la calle, y escuche sus preocupaciones" (1985)
  • Tercera legislatura (1987, 1988, 1989): Con Fraga ya camino a presidir la Xunta de Galicia, el menor peso político de sus sucesores (González Tizón en 1987 y 1988, y Herrero de Miñón en 1989) inclinaba la balanza hacia el jefe socialista. La lucha contra el paro acaparó gran parte de la atención de los debates en este periodo. La adhesión de España a la Comunidad Económica Europea, actual Unión Europea, y sus primeros años en la organización comunitaria tampoco pasaron desapercibidos.  
  • Cuarta legislatura (1991, 1992): Aznar debutaba en la oposición. En este periodo únicamente se celebraron dos debates, pero, el debilitamiento del Gobierno por los escándalos y los casos de corrupción en los que se vio inmerso y el fortalecimiento del Partido Popular como alternativa, propulsaron el interés de las citas. El popular enarboló la bandera de la lucha antiterrorista al calor de los repuntes de los asesinatos de ETA. González, cuya figura empezaba a acusar el desgaste político, se empeñó en abordar la necesidad de convergencia con la UE y sus nuevos tratados.
  • Quinta legislatura (1994, 1995) La corrupción se hizo dueña y señora del debate. De poco le sirvió a los socialistas la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla o el nacimiento del AVE. Las elecciones de 1993 pondrían fin a una década de hegemonía del PSOE, que había quedado lejos de la mayoría absoluta, con una pírrica diferencia de cuatro puntos sobre el PP. La polaridad se exporta a los debates, donde la hostilidad iría in crescendo hasta alcanzar su punto más álgido en lo que pasaría a conocerse como 'legislatura de la crispación'. Una frase de Aznar quedaría patentada para siempre en el libro de citas parlamentarias. "Váyase señor González, no le queda ninguna otra salida honorable". A lo que González replicó: "No voy a dimitir señor Aznar, usted no me puede dar ningún ejemplo de responsabilidad".
  • Sexta legislatura (1997, 1998, 1999): González no dimitiría, pero los comicios forzarían su salida tras 13 años timoneando el país. Cambió el Gobierno, pero la costumbre no se perdió. Aznar convocó tres debates, cada cuál con un opositor socialista distinto (Felipe González, Josep Borrell, Joaquín Almunia). Eran tiempos del "España va bien" y el PSOE vivía sus horas más bajas. Así, Aznar lució sin rival en todas citas y González, intervino por primera y última vez como líder de la oposición. Las pensiones o las medidas para consolidar la economía tras lograr los objetivos que exigía la entrada del euro monopolizaron los debates, que también abordaron el conflicto de ETA, justo el año anterior a que la banda declarará una breve tregua. 
  • Séptima legislatura (2001,2002,2003): Un desconocido Zapatero se estrenaba como líder socialista frente a la versión más robusta de Aznar, instalado en una mayoría absoluta. El tono conciliador del primero contra la aspereza del segundo. Los debates se sucedieron con una resolución consensuada a favor de la paz en el País Vasco. Y el encuentro más llamativo vino 2003, cuando Aznar anunció su  despedida. Nadie podía presagiar que en pocos meses España sufriría el mayor atentado de su historia: el 11M, cuya gestión supuso un vuelco en las urnas. En su último debate, el popular se focalizó en el precio de la vivienda, la catástrofe del Prestige, así como el accidente del Yak-42 en el que murieron 62 militares españoles en Turquía. Aznar cerró su parlamento con una vehemente defensa de la intervención en Irak: “España estuvo donde tiene que estar”, dijo.
  • Octava legislatura (2005, 2006, 2007): Nuevo cambio de Gobierno y nuevo paradigma para los debates. Zapatero se estrenó como presidente del Gobierno imponiendo una particular forma de afrontar el Debate sobre el estado de la Nación: anunciar medidas que coparán los titulares haciendo insignificante la intervención de su contrincante. En dicho caso, Mariano Rajoy. Ambos escenificaron su enfrentamiento en la lucha antiterrorista, la financiación autonómica o la economía. Con el rechazo del PP, el pleno se abrió a dialogar con ETA bajo ciertas condiciones. Rajoy dejaría una frase para el recuerdo: “Es usted [Zapatero] quien ha traicionado a los muertos”. A la que Zapatero respondería diciendo que "la violencia no tiene precio político, pero la política puede contribuir al fin de la violencia'.
Usted no tiene ni idea de lo que es España", Zapatero a Rajoy (2006)

Al año siguiente, las discusión se focalizó en la política territorial y en la inmigración. "España es una nación de ciudadanos, no una nación de naciones', exclamó Rajoy. Zapatero le contesto: "Usted no tiene ni idea de lo que es España". El último debate, en 2007, se saldó con el anuncio de este último del 'cheque-bebé' de 2.500 euros en una de sus réplicas. En ambos casos, los ciudadanos auparon vencedor a Zapatero, según el Centro de Investigaciones Sociológicas.

  • Novena legislatura (2009, 2010, 2011): El duelo Zapatero-Rajoy se vio eclipsado por la crisis económica y los cuatro millones de desempleados. El presidente saldría del paso anunciando un plan de choque de once medidas para combatir la recesión y cambiar el modelo productivo basado en la construcción, hecho jirones tras el estallido de la burbuja de 2008. En los siguientes debates, los asuntos económicos ocuparon gran parte de las intervenciones, así como la insistencia de la oposición con la celebración de elecciones generales. Semanas después del último, el presidente Rodríguez Zapatero anunciaría la celebración de elecciones generales para noviembre de 2011. 
VOTACIÓN DE LAS PROPUESTAS DEL DEBATE DE LA NACIÓN EN EL CONGRESO

José Oliva / Europa Press
(Foto de ARCHIVO)
19/5/2009
José Luís Rodríguez Zapatero en la votación de las propuestas del debate del estado de la nación de 2009
Europa Press
  • Décima legislatura (2013, 2014, 2015):  Rajoy era ya el presidente y seguiría siéndolo en todos los debates oficiados hasta esta parte. En el de 2013, con Alfredo Pérez Rubalcaba en la oposición, la crisis económica y la corrupción fueron las cuestiones nucleares del debate. En 2014 más de lo mismo, aunque esta vez, a juicio del jefe del Ejecutivo, la coyuntura es muy distinta. 
“Hemos pasado del retroceso al avance, de la caída a la recuperación, de la amenaza a la esperanza. Hemos atravesado con éxito el cabo de Hornos”, Mariano Rajoy (2014)

Rubalcaba culpó a Rajoy de ensanchar las desigualdades con las crisis y le replicó: “¿En qué país vive usted?”. De las resoluciones aprobadas, también fue reseñable un pacto ético contra la corrupción y el rechazo de casi todo el arco parlamentario a la consulta soberanista catalana

El de 2015 fue el último debate del estado de la nación que se ha celebrado hasta la fecha. Un lozano Pedro Sánchez participó por primera vez, sin guardarse nada en el tintero. Tildó a Rajoy de marciano y maleducado, le afeó "las mentiras" de su gestión y le reprochó su inmovilismo en Cataluña, cuando la cuestión catalana se encontraba en plena efervescencia. 

Debate de la nación.
Debate del estado de la nación de 2015: Pedro Sánchez (i) y Mariano Rajoy (d) cara a cara.
Europa Press

Ese año, el gallego afrontaba la última fase de su primer mandato y aprovechó la cita para prometer tres millones de empleos. Dicha promesa, empero, no le hizo vencedor del enfrentamiento (aunque por poco). Según una encuesta que realizó el CIS, el debate lo ganó Sánchez con un respaldo del 21,7% frente al 21% de Rajoy. Eso sí, un 37,2% opinó que ninguno de los dos venció.

Rajoy encaraba la fase final de su primer mandato y el debate supuso la antesala de un ciclo electoral que incluyó elecciones autonómicas y municipales en primavera, elecciones al Parlament de Cataluña en otoño y elecciones generales en diciembre. Podemos estaba cerca de convertirse en tercera la fuerza política del Congreso y Pablo Iglesias diría aquello de "ha nacido una nueva España". 

RANKING DE PARTICIPACIONES

  • En la vara de mando, Felipe González ha sido el presidente del gobierno que más veces ha participado, con diez debates hasta 1995, seguido de José María Aznar, que participó en seis (1996-2003), y José Luís Rodríguez Zapatero, que acudió a otros seis (2005-2011). Mariano Rajoy cierra la tabla con tres (2013, 2014 y 2015). Ahora, es el turno de Pedro Sánchez, presidente de la XI legislatura de la democracia.
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