Es habitual que veamos legañas en nuestros perros y gatos. Al igual que ocurre con los humanos, en el borde palpebral de nuestras mascotas pueden acumularse lágrimas secas o células epiteliales muertas, sin embargo, es importante conocer con qué frecuencia pueden a parecer y cuando son excesivas para no confundirla con síntomas de enfermedades o alguna patología.
Lo primero que hay que saber sobre las legañas es cómo limpiarlas. Sea por el motivo que sea, si tu gato o perro no se las retiran por sí solos y éstas se acumulan, debemos ser nosotros quienes lo hagamos con una frecuencia de entre dos veces al día y cada dos días, según la cantidad.
En el caso de los perros, si éste tiene pelo abundante, hay que asegurarse de que los ojos estén libres de él. "Humedece una gasa con suero fisiológico y retira las legañas de sus ojos y valora la posibilidad de aplicarle un colirio para perros", recomiendan los expertos de Advance Affinity en un artículo publicado en su web.
El proceso es prácticamente igual en gatos, podemos usar un algodón, una gasa o un paño estéril humedecido con agua tibia o suero fisiológico y retirar las legañas de manera suave, de forma que no dañemos el ojo o la piel del gato. "La forma adecuada de hacerlo es frotando de manera suave y en círculos alrededor de los ojos, evitando llegar a tocar el globo ocular", explican desde la web felina FeelCats.
Por qué se acumulan las legañas
Los motivos por los cuales las legañas pueden acumularse son diferentes en perros y gatos, pero en ambas razas suelen estar conectados a enfermedades. Además, algo a lo que deberemos prestar especial atención es al color de las legañas.
Tal y como detallan en su artículo los expertos de Affinity, en el caso de los perros, podemos encontrarnos tres tipos diferentes: las de color blanquecino, que son "las más habituales y no indican causa de enfermedad"; las de color marrón, "indicativas de un trastorno ocular" y "muy comunes en perros de razas pequeñas"; y las amarillas con tonos verdes; "un color que indica una posible conjuntivitis causada por una bacteria o virus; y que también son síntoma del moquillo canino", por lo que hay que acudir lo antes posible al veterinario.
Por otro lado, en el caso de los gatos, desde FeelCats explican que nos podemos encontrar también diferentes colores: legañas de color verde, las cuales son indicativas de una posible "conjuntivitis y que suelen ir acompañadas de una inflamación en los ojos y lagrimeo"; y legañas de color negro o marrón, "suelen ser el color normal de la legaña pero, si es demasiado oscuro, pueden tratarse de costras adheridas al párpado inferior del ojo, las cuales pueden estar causadas por parásitos externos o internos".
Además, hay que destacar que, los gatos de razas braquicéfalas como el persa, por ejemplo, suelen generar más legañas y es posible que éstas se acumulen y se adhieran al pelaje, por ello será muy importante su apropiada limpieza y retirada.
Qué enfermedades causan legañas en nuestras mascotas
Sobre las legañas, además de saber diferenciar cuando su presencia puede ser indicativo de algo malo, es importante conocer también qué enfermedades provocan una acumulación de las mismas, para saber a qué nos estamos enfrentando.
En el caso de los perros, las legañas pueden estar causadas por lesiones oculares o alergias, a partir de rasguños, picaduras de insectos o cuerpos extraños que entran en el ojo; o por el Síndrome del ojo seco, una enfermedad muy frecuente que provoca una menor segregación de lágrimas y daño en la córnea; tal y como explican los expertos de Advance Affinity.
La acumulación de legañas en los gatos puede deberse al Calicivirus felino, una enfermedad responsable de la gripe felina y que puede causar gran impacto en los ojos y en las vías respiratorias del felino; patologías oculares como la conjuntivitis; el Herpesvirus felino tipo 1, una enfermedad bastante severa y que se activa en el momento del parto, por lo que si la madre es portadora, todos sus cachorros la tendrán; y por la Clamidiosis felina, que puede hacer acto de presencia en el ojo como una secuela de alguna infección vírica, tal y como explican en la web de FeelCats.
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