El misterio canino del Sena, conoce al falso héroe de cuatro patas que empujaba niños al río para rescatarlos y ganarse un bistec

Ilustración de un perro Terranova rescatando a una niña de ahogarse en el agua.
Ilustración de un perro Terranova rescatando a una niña de ahogarse en el agua.
THE EPHEMERAL NEWFOUNDLAND
Ilustración de un perro Terranova rescatando a una niña de ahogarse en el agua.

A lo largo de la historia hemos visto como los perros se han convertido en los protagonistas de cientos de historias y, muchas de ellas han sido heroicas. Sin embargo, no siempre vamos a poder estar orgullosos de nuestros queridos amigos de cuatro patas, a veces, también son los protagonistas de sucesos como el ocurrido en París en 1908.

Tal y como narraba el corresponsal del New York Times el 22 de Enero de aquel año, el por entonces jefe de la policía parisina, M. Lepine, empezó a emplear perros auxiliares para patrullar las afueras de la capital. Se trataba de unos canes adiestrados para aquel trabajo y, en concreto, el protagonista de esta historia, fue un espléndido Terranova que superó con éxito las pruebas de campo previas.

Se trataba de un ejemplar que pertenecía a un hombre que vivía a las afueras de París, cerca de las orillas del Sena, y que se volvió famoso por rescatar a un niño que cayó al agua mientras jugaba en la orilla del río. "El perro escuchó el chapoteo del pequeño que corría peligro y se zambulló rápidamente para rescatarle a tiempo", relata el periódico estadounidense.

"Naturalmente, el valiente animal fue muy alabado y el padre del niño, a modo de recompensa, le ofreció un suculento bistec", continúa la historia. "Dos días después, otro niño cayó al agua y fue rescatado por el mismo perro, quien recibió las mismas caricias y otro bistec".

Hasta aquí, esta historia no tiene nada de extraordinario, sin embargo, los rescates se hicieron cada vez más frecuentes y apenas pasó un día sin que se produjese uno. Por este motivo, los vecinos, quienes temían que hubiera un criminal en serie, establecieron una patrulla de vigilancia especial.

"Entonces se desveló la verdad", cuenta el periódico. "Era el perro, el salvador, el verdadero culpable. Cada vez que veía a un niño jugando en el borde del arroyo, lo arrojaba rápidamente al agua y, justo después, saltaba a su rescate. Así consiguió una fuente de ingresos".

Una vez resuelto el misterio del Sena, el comportamiento del terranova quedó para ejemplificar hasta día de hoy la conveniencia de tener mucho cuidado con aquellos comportamientos que reforzamos en los perros, porque tal vez con la manera en la que les educamos estemos mandado un mensaje equivocado al animal. De hecho, muchos educadores caninos tienen como regla de oro: refuerza aquellos comportamientos que quieres que se repitan, no lo hagas con aquellos que deseas que se extingan.  

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