Tras la expectación y las colas de ayer frente a la tienda efímera abierta en Barcelona por la marca china de moda low-cost online, Shine, llega la polémica. Lo que se entendía como una extensión física de la tienda de internet, resultó ser tan solo un showroom.
Muchos de los interesados en acudir al establecimiento de Portal de l'Àngel mostraron su decepción por esperar mucho tiempo en la larga cola y al final no poder entrar.
Los privilegiados que pudieron acceder al interior después de una larga espera, tan solo pudieron mirar las prendas y complementos expuestos en el establecimiento. También se pudieron probar la ropa, pero no comprarla y llevársela en ese mismo momento.
El sistema ideado por Shine para su pop up de Barcelona era que sus clientes pudieran ver la ropa, tocarla, probársela, tomar una decisión, y en caso de querer adquirirla, escanear con el móvil el código QR de la etiqueta que remitía directamente a la referencia en la página web de la marca para comprarla online.
El planteamiento de la tienda física abierta en Barceloan por Shine ha sido diferente de la que abrieron en Madrid a principios de junio. En aquélla sí que se podía comprar y llevarse los productos en el momento. El concepto en Barcelona ha sido más de experiencia y exposición, lo que ha despertado la indignación de muchos clientes, cuyo fin era comprar y se se sienten engañados porque la empresa no comunicó este carácter de la tienda efímera. Sin embargo, en la comunicación oficial de la empresa, ya se especificaba que se trataba de un showrrom.
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