A falta de la confirmación oficial y en base a los resultados de las autopsias, la Policía Nacional baraja como principal hipótesis la violencia machista en el caso de los dos cuerpos hallados este miércoles en el interior de una vivienda del municipio sevillano de Dos Hermanas, en la calle Fornet Domínguez, junto a la barriada de Los Montecillos.

Según han informado fuentes policiales, las autopsias han determinado que la mujer, de 53 años, presenta múltiples fracturas en la cabeza y en la nariz, así como un centenar de heridas de tipo inciso contusas por todo el cuerpo, probablemente causadas por un arma blanca. Así pues, concluye, la autopsia, la mujer murió desangrada como consecuencias de las múltiples heridas. Mientras, la autopsia ha revelado que su pareja, de unos 50 años, presentaba tres autopinchazos y una sobredosis de pastillas.

A tenor de estos datos, explican las mismas fuentes, se baraja como hipótesis principal la violencia ejercida por el varón contra la mujer, habiéndose después suicidado este. Al parecer, ambos eran toxicómanos y usuarios de Cáritas.

La mujer ya había denunciado a su pareja por malos tratos en el año 2011, lo que generó su inclusión en el sistema de protección VioGen entre 2011 y 2012. Si bien tras la celebración del juicio y posterior absolución del presunto agresión, su caso en dicho sistema quedó "inactivo". 

Fueron los vecinos quienes alertaron al 091 debido al "mal olor" que se desprendía de la vivienda. Aunque los forenses, explica la Policía, no han podido precisar con exactitud la fecha de las muertes, afirman que estas se produjeron "cuatro o cinco" días antes de ser encontrados los cuerpos. 

Tras acceder al domicilio, los agentes de Policía encontraron el cuerpo de la mujer entre una gran cantidad de sangre. Y al hombre sin heridas superficiales a la vista, si bien le salía una espuma blanquecina por la boca que hacía pensar en una posible sobredosis.

Estas dos muertes se suman al caso de violencia de género ocurrido la pasada semana en Sevilla, el asesinato de una mujer a manos de su expareja, quien ocultó el cuerpo entre unos juncos junto al río Guadalquivir, a su paso por San Jerónimo.