La OTAN asume la vuelta a un mundo bipolar propio de la Guerra Fría en alianza con la UE y enfrentada con China y Rusia

El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg
EFE
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg

El año 1991 supuso el fin de la Guerra Fría después de dos acontecimientos que ocupan un espacio preferente en los libros de Historia: la caída del Muro de Berlín y después la disolución definitiva de la Unión Soviética. El mundo dio un giro de 180 grados entonces y ahora ha desandado ese camino. Al menos esa es una conclusión que se extrae de la cumbre de la OTAN en Madrid: la Alianza parece asumir que se vuelve a un escenario estratégico de bipolaridad, con la organización a un lado de la mano de la Unión Europea y Rusia y China en el otro.

El concepto estratégico aprobado por los líderes en la capital de España es transparente a este respecto: Moscú es la amenaza externa más importante mientras que Pekín representa un gran desafío, y aparece mencionado por primera vez en el documento para el medio y largo plazo de la OTAN. Los líderes son rotundos sobre la influencia, peligrosa, del gigante asiático sobre todo en África y en el Indo-Pacífico y lo ven además como un riesgo mayúsculo por su cada vez más estrecha relación con el Kremlin.

"Nuestro mundo es conflictivo e imprevisible. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania ha destrozado la paz y ha alterado gravemente nuestro entorno de seguridad. Su invasión brutal e ilegal, las repetidas violaciones del derecho internacional humanitario y los atroces ataques y atrocidades han causado un sufrimiento y una destrucción indecibles. Una Ucrania fuerte e independiente es vital para la estabilidad de la zona euroatlántica", alerta el documento, haciendo ya hincapié ahí en la necesidad de reforzar la relación UE-OTAN.

Cómo hemos cambiado. En el año 2010 se aprobó el último concepto estratégico de la Alianza Atlántica, que era el que hasta ahora estaba vigente. En aquel encuentro en Lisboa participó el que entonces era presidente ruso, Dimitri Medvedev. Moscú era considerado en aquellos tiempos un "aliado estratégico". Ahora ocurre todo lo contrario. Y el propio Pedro Sánchez lo definió de forma crítica: "Creo que hemos sido bastante naif a la hora de tratar con Rusia", comentó en una entrevista en la CNN. 

China hace menos ruido, pero no por ello es una preocupación menor para la OTAN. Y se ve como un problema para los próximos años. "Emplea un amplio abanico de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su huella global y proyectar poder, al tiempo que mantiene la opacidad sobre su estrategia, sus intenciones y su acumulación militar", esgrimen desde la Alianza. La OTAN, asimismo, alarma sobre la dupla Putin-Xi Jinping. Los 30 aliados señalan directamente a Pekín por "utilizar su influencia económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia" y por tratar de "subvertir el orden internacional basado en normas, incluso en los ámbitos espacial, cibernético y marítimo". 

Con todo, la pregunta se reduce a algo muy simple: ¿se ha producido un cambio de era hacia lo que era el mundo durante la Guerra Fría? Ana María Martín, consultora de Atrevia Bruselas especializada en Defensa explica a 20minutos que "ahora mismo la OTAN sí ve esa polarización" en dos bandas, porque considera que China "puede llegar a desafiar nuestra seguridad". Eso sí, añade que la Alianza "también le deja claro a Pekín que tenemos desafíos comunes y que la lucha contra ellos se puede complicar si hay un mayor acercamiento de Pekín a Moscú".

Sobre el flanco sur, Martín reconoce que el concepto estratégico "a nivel cuantitativo -solo incluye dos citas directas- sí que se puede quedar corto", pero avisa de que es "un concepto complicado de evaluar". En este sentido, para la experta "uno de los grandes avances es que se reconozcan las amenazas desde esa región, por ejemplo con el uso de la migración

Uno de los grandes avances es que se reconozcan las amenazas desde la zona sur

"Si hablamos de referencias al flanco sur, a nivel cuantitativo sí se puede quedar corto". Ahora la presencia del flanco sur en el plan de la OTAN es más escaso "por la situación que se está dando en el Este, con la guerra en Ucrania". Para Martín será importante ver "si dentro de diez años el Este queda más olvidado y entonces se puede dar más peso al sur" en el siguiente concepto.

Otra conclusión de la cumbre, considera, "es que la OTAN lanza no solo un refuerzo operativo sino también una especie de obligación para que los aliados aumenten el gasto en Defensa". En ese escenario "la UE queda más limitada", pero Bruselas juega con una ventaja que pasa "por una mayor cooperación en intercambio de datos". Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania la UE ha defendido que necesita ser "más soberana" en materia defensiva y Martín apunta que "aunque a corto plazo esa oferta de la Unión puede verse más limitada, estoy convencida de que con el tiempo vamos a ver más cooperación OTAN-UE como digo a nivel de datos pero también a nivel de operaciones, porque la Unión por ejemplo está más presente en el Sahel" que la Alianza.

Patricia Moreno, presidenta del Consejo Atlántico Juvenil Español y colaboradora en El Orden Mundial aclara que los conceptos estratégicos son una forma "de actualizar el Tratado de Washington". Es "un momento muy importante sobre todo en cuanto a los riesgos que percibe la Alianza". Ahora, dice, "hay una diferencia abismal sobre las amenazas respecto al concepto de Lisboa, porque en aquel momento el riesgo que percibía la OTAN era la propia OTAN, había un cierto sentimiento de apatía y de desvinculación". En la actualidad, "pasa todo lo contrario".

"En estos momentos ya se dice que la OTAN está más viva que nunca", prosigue Moreno. "El concepto estratégico evidencia el reforzamiento de la Alianza". El segundo punto clave es Rusia: "Está totalmente fuera de la mesa verle como un aliado, como pasaba hace diez años. Es el enemigo número uno de la OTAN". La analista da importancia a la cuestión de China. "Se ve como una amenaza a los intereses, a los valores y a la seguridad. Rusia y China son dos elementos importantes teniendo en cuenta cómo se está configurando el mundo ahora mismo".

"La UE pasa a ser mucho más dependiente de la OTAN"

En este sentido, Pablo del Amo, analista de Descifrando la Guerra, expresa que la principal conclusión de la cumbre "es que la Unión Europea pasa a ser mucho más dependiente de la OTAN, que pasa a ser sí o sí el principal bastión de seguridad de Europa". Antes de la guerra en Ucrania "había ciertos Estados miembros que apoyaban la autonomía de la UE pero eso después de la cumbre de la OTAN lo podemos dar por roto".

Este realineamiento de la UE con Estados Unidos hará que Washington pida mayor compromiso para su confrontación con Rusia pero también con China

"Este realineamiento de la UE con Estados Unidos va a hacer que ahora Washington pida mayor compromiso para su confrontación con Rusia pero también con China, que era algo que en Europa no se veía tan claro", prosigue el experto. "En Alemania por ejemplo no ven bien una política de este tipo con Pekín", avisa Del Amo.

"La hostilidad occidental hacia Moscú ha hecho que vire mucho más hacia China", comenta el analista, que sí ve un escenario bipolar "con todo el bloque pro OTAN y algún aliado asiático en un lado y un eje China-Rusia en el otro". Eso sí, también cree que hay que tener en cuenta "qué posición puede tomar India en el futuro", que va a ser "uno de los principales actores en el nuevo sistema internacional". Del Amo considera que hará "un balanceo" entre bloques porque tiene intereses divergentes.

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