La inflación se desboca en junio: supera el 10% por primera vez en 37 años y alcanza su máximo en 2022

Gráfico: IPC de junio.
Gráfico: IPC de junio.
Carlos Gámez
Gráfico: IPC de junio.

La fuerte crisis de precios que azota a medio mundo y especialmente a la Unión Europea empeora mes a mes y sigue aún lejos de resolverse. Cuando se creía que España había dejado atrás el pico de inflación con el 9,8% registrado el pasado marzo, los datos han vuelto a desmentir una vez más las previsiones.

Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha informado de que los precios del consumo se dispararon un 10,2% en junio en términos interanuales, lo que supone un aumento de 1,5 puntos porcentuales respecto al dato de mayo y el valor más elevado registrado en lo que llevamos de año. Hasta junio, los precios han subido de media un 8,9% en 2022, una cifra que se reduce al 8,2% si se analiza la evolución entre noviembre de 2021.

Además, se trata de la primera vez desde abril de 1985 en la que la inflación rompe la barrera de los dos dígitos, una situación que el Banco de España ya vaticinó el pasado abril que podría ocurrir y mantenerse hasta bien entrado el verano. Pasado julio, se espera que las fuertes subidas de precios que se contabilizaron ya el año pasado vayan mitigando mecánicamente la inflación interanual, pero la fuerte incertidumbre que rodea todas las previsiones económicas no permite asegurar nada con certeza.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha achacado esta nueva subida de la inflación a "los cortes de gas que ha hecho Putin" y ha pedido una reforma del mercado eléctrico europeo para evitar que sea el gas el que determine en última instancia lo que se paga por la luz. Además, cree que la UE debe adoptar en su conjunto el tope al gas, una medida que ya está en marcha en Portugal y España desde hace apenas dos semanas.

Para el instituto estadístico, los principales motivos de este nuevo incremento en los precios son el aumento en los precios de las gasolinas y el de los alimentos, aunque en menor medida también ha influido el encarecimiento de los hoteles y la hostelería

Estas subidas han provocado que la inflación subyacente se dispare hasta el 5,5% interanual, un nivel sin precedentes en casi 29 años. La inflación subyacente se mide descontando la energía y los alimentos no elaborados (que suelen ser más volátiles) del índice general y es un indicador que refleja bien el alcance (a cuántos productos afecta) y la persistencia de la crisis.

Una crisis que va a peor

Lo que empezó siendo como un pequeño repunte inflacionario transitorio después de que decayeran las principales restricciones pandémicas, se ha acabado convirtiendo en la mayor crisis de precios en casi cuatro décadas. La mayoría de analistas siguen confiando en que la inflación habrá vuelto a niveles manejables el año que viene (es decir, que será transitoria) pero cada vez son más las incertidumbres que rodean esta cuestión.

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, advirtió la semana pasada de que el Gobierno ya trabaja en un "nuevo escenario de inflación más alta durante más tiempo a nivel internacional". El embargo de la UE al petróleo ruso y los cortes de gas cada vez más frecuentes entre Rusia y el resto de países europeos hacen presagiar un otoño y un invierno duros, en los que la posibilidad de un racionamiento energético en Europa ante la escasez de suministro suena cada vez con más fuerza.

En este escenario de alta inflación, el Gobierno se ha decidido a prorrogar las medidas del plan de choque para tratar de mitigar los efectos económicos de la guerra en Ucrania durante lo que resta del año. Un decreto que alarga y profundiza las rebajas de impuestos a la luz, prolonga los rebajas de 20 céntimos a los carburantes e incluye nuevas medidas como descuentos en el transporte público o cheques de 200 euros para parados y autónomos de bajos ingresos.

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