No es la primera vez que la industria del cine pornográfico en California se ve afectada por la amenaza del Sida.

En esta ocasión, la organización AIDS Healthcare Foundation ha denunciado ante el Departamento de Salud del estado que 16 productoras de este tipo de películas incumplen las normas sanitarias exigidas en los lugares de trabajo al no utilizar preservativos en los rodajes.

El presidente de la fundación, Michael Weinstein, ha avisado, además, de que "no pararán" hasta conseguir que se regule el uso de los profilácticos en el porno -sólo "se recomienda" usarlos-, y han presentado como prueba hasta 60 películas en las que se demuestra su no utilización.

En EE UU, los actores del sector deben demostrar, por ley, que se han hecho las pruebas del SIDA -y que han dado negativo- y que no se han contagiado de otras enfermedades en los 30 días anteriores a empezar a trabajar. Hace dos meses se descubrió que una actriz dio positivo.

Pero desde 2004 se han descubierto 22 casos más, lo que ha llevado a organizaciones como AHF a continuar con su luchar por la seguridad de los trabajadores del sector. La mayoría de los estudios de la industria están en el Valle de San Fernando (Los Ángeles), cerca de los de Hollywood.