Ambos arrestados han sido puestos en libertad tras declarar en dependencias policiales y han quedado a la espera de comparecer en sede judicial.

El primero de los detenidos, que contaba con antecedentes previos, simuló haber sufrido un robo con violencia de su teléfono móvil por dos individuos a bordo de una moto, por lo que ha sido acusado también de un delito de estafa al haber recibido una indemnización de 642 euros del seguro de hogar que no le correspondía.

Según versaba su denuncia, dijo que dos varones a bordo de un ciclomotor le arrebataron de un fuerte tirón, sin bajarse de la moto, el neceser que llevaba en su mano y que contenía, entre otras cosas, su teléfono móvil, según informa un comunicado de la Policía.

Posteriormente, dio parte del siniestro a su compañía de seguros con la póliza del seguro de hogar y recibió, tras la aceptación del siniestro por la compañía, la cantidad antes precitada.

Finalmente, tras el inicio de las investigaciones, los agentes determinaron que tal robo no se había producido, sino que en realidad, al denunciante le habían sustraído su teléfono móvil al descuido dentro de un establecimiento de ocio nocturno ubicado en la zona del Barrio de Alicante, tras haberlo dejado encima de la barra, por lo que se trataba de un hurto.

Así, le tomaron declaración en calidad de detenido, bajo la acusación de los delitos de simulación de delito y estafa, este último en relación al cobro ilícito de la indemnización al mediar engaño sobre el origen del suceso en la reclamación que realizó.

Por otro lado, el segundo arrestado, que también cuenta con antecedentes previos, denunció cargos de una compañía eléctrica a su nombre por valor de 600 euros y alegó que alguien había puesto a su nombre, sin su permiso, el contrato de la luz de una vivienda donde había residido con anterioridad.

Cuando los agentes encargados del caso practicaron las gestiones relativas a su esclarecimiento, descubrieron que en realidad, este individuo había dejado una deuda de impago por la renta de alquiler a la arrendadora de 1.500 euros y, con el fin de saldar tal deuda, había firmado un documento donde especificaba de modo explícito que se pusiera a su nombre el contrato de la luz hasta satisfacerse la deuda.

Sin embargo, denunció estos cobros como ilícitos, por lo cual fue detenido tras obtener los investigadores todas las pruebas.