El G-7 lanza un macroplan de 600.000 millones de dólares en infraestructuras para contrarrestar a China

De izquierda a derecha, el presidente de EE UU, Joe Biden, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
De izquierda a derecha, el presidente de EE UU, Joe Biden, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
EFE / EPA / THOMAS LOHNES
De izquierda a derecha, el presidente de EE UU, Joe Biden, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El G-7 destinará 600.000 millones de dólares a un macroplan de infraestructuras en países de ingresos medios y bajos para contrarrestar el avance de China, según ha anunciado este domingo el presidente estadounidense, Joe Biden.

De esa cantidad, Washington movilizará 200.000 millones de dólares a través de fondos públicos y privados, a lo largo de los próximos cinco años.

Biden ha hecho este anuncio en una rueda de prensa conjunta con el resto de líderes del G-7 (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón) y la Unión Europea en Elmau (sur de Alemania).

El mandatario estadounidense ha apuntado que las inversiones en infraestructuras son "cruciales" para un desarrollo sostenible y para lograr una "estabilidad global".

Ha añadido que los países en desarrollo a menudo no tienen las infraestructuras que les ayuden a navegar crisis como la pandemia, "por lo que sienten el impacto de manera más fuerte y les cuesta más recuperarse en un mundo profundamente conectado".

"Esto no es solo una preocupación humanitaria. Es una preocupación económica y de seguridad para todos nosotros", ha señalado.

Entre los pilares del plan están la lucha contra la crisis climática y la mejora de la seguridad energética con inversiones en infraestructuras con bajas emisiones, plantas de fabricación de baterías y el desarrollo de energía limpia.

En el terreno tecnológico la iniciativa contempla el desarrollo y la expansión de la tecnología de las comunicaciones y la información trabajando con "proveedores de fiar" que suministren 5G y 6G, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

También contemplan inversiones en los sistemas sanitarios, vacunas y equipamiento médico, así como en la vigilancia y detección de nuevas enfermedades, lo que incluye "laboratorios seguros" y la prevención de pandemias futuras.

La iniciativa, bautizada como Colaboración por la Infraestructura Global y la Inversión, pretende impulsar el desarrollo de países de ingresos bajos y medios, fortalecer la economía global y la cadena de suministros, ha precisado Washington en la misma nota.

En el marco de este plan, el presidente de EE UU ha mencionado la creación de un cable submarino, que unirá el sureste asiático con Oriente Medio y Europa Occidental, que se ha adjudicado la compañía de la compañía de telecomunicaciones estadounidense SubCom.

Dicho cable tendrá una longitud de 17.000 kilómetros y proporcionará conexión de alta velocidad, desde Singapur a Francia, pasando por Egipto y el Cuerno de África.

Estados Unidos también quiere movilizar 335 millones de dólares en inversiones para proporcionar internet y tecnología financiera en países de África, Asia y Latinoamérica.

Este macroplan de infraestructuras fue propuesto por Biden en la cumbre del G-7 del año pasado, que tuvo lugar en el Reino Unido.

El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino One Belt, One Road (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.

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