De Madrid al cielo salvo que lo impida la Moncloa. Quién se iba a imaginar que el mayor enemigo de que la Comunidad de Madrid albergue la Agencia Espacial Española iba a ser un particular vecino de Madrid. Sabíamos de la animadversión obsesiva de Pedro Sánchez por Madrid, pero no hasta el punto de discriminar a municipios de nuestra comunidad por el artículo 33 o el 18 bis.

Y es que Pedro Sánchez, por su cuenta y riesgo, ha dejado claro que no sabe dónde se va a ubicar la futura Agencia Espacial, solo sabe que no será en la Comunidad de Madrid. Una resolución sin criterios, sin informes y, por supuesto, sin comités de expertos, porque así es como acostumbra a tomar decisiones este Gobierno.

Dos municipios de la Comunidad de Madrid mostraron interés e ilusión por ser designados como la sede de la futura Agencia, municipios como Tres Cantos que alberga el 70% de la industria aeroespacial de todo el país y que, junto a Robledo de Chavela, elevan dicha cifra al 92%. Es reseñable, además, que en el caso de Tres Cantos, además del decidido apoyo de las empresas del sector implicadas, se haya conseguido también unanimidad política para que se establezca ahí la Agencia Espacial. Todos los astros parecían alinearse, pero Sánchez llegó como un meteorito dispuesto a arrasar todo, defenestrando así el enorme trabajo realizado por Tres Cantos para ser los elegidos. Contra todo, contra todos, incluido su propio partido, solo con la ruin pretensión de dañar a la Comunidad de Madrid. Una guerra política incomprensible viniendo del presidente de, teóricamente, todos los españoles.

 Madrid seguirá trabajando y defendiendo a las empresas del sector

Pero Madrid y sus municipios no se rinden y albergamos la esperanza de que Pedro Sánchez caiga en una nueva contradicción, como cuando dijo que no pactaría con Podemos, y dé marcha atrás en esta sectaria decisión. Mientras, Madrid seguirá trabajando y defendiendo a las empresas del sector, a los vecinos implicados y a los ayuntamientos de la región.

Porque Madrid va como un cohete y no habrá socialismo que lo pare.